Pasó por las manos del grupo EDITE de la Guardia Civil, posteriormente ‘viajó’ a Madrid a su departamento de Ingeniería del Servicio de Criminalística, donde los profesionales aseguraron no tener un laboratorio adecuado para llevar a cabo dicho análisis. Finalmente ha sido el laboratorio Lazarus Tecnologhy los que han podido analizar el disco duro del ordenador de Déborah Fernández-Cervera y sus conclusiones son claras: ha sido manipulado.

Esta información fue trasladada ayer por los peritos a la magistrada del Juzgado de Instrucción 2 de Tui en su comparecencia a instancias de los abogados de la familia de la joven desaparecida la última tarde de abril de 2002 y cuyo cadáver fue descubierto diez días después en una cuneta de O Rosal.

Del estudio practicado durante meses al ordenador de Déborah, los informáticos de Lazarus han podido ratificar con seguridad que este había sido tuneado, tanto el propio PC como el correo electrónico y la mensajería de Messenger con un borrado de datos y conversaciones que la joven habría mantenido con su entorno.

Recuperación de datos

La firma tecnológica no da por concluido su trabajo y busca todavía afinar más en este borrado, instando a que se intente recuperar los datos que fueron eliminados o incluso determinar la fecha en que se produjo esta manipulación. Se trata de una actividad sumamente compleja dada la antigüedad del dispositivo, que la Policía Nacional tenía guardado en uno de los legajos desde 2006 pese a que los datos no se trasladaron al juzgado hasta 2019.

En total, la familia entregó a Lazarus tres discos duros del mismo ordenador, pero el clave, por ser de la época de la desaparición, es el que estaba en el juzgado. Tras el análisis, se contextualizarán las posibles evidencias que se hallasen para trasladarlas a la investigación. “Lo que queremos buscar es toda la actividad de las fechas previas a la desaparición [de Déborah], los registros de comunicaciones entrantes y salientes”, explicaba entonces Manuel Huerta a FARO, director del departamento de informática forense de Lazarus.

Nuevas testificales

Junto a estas declaraciones, la magistrada de Tui ha admitido la de otros cuatro testigos, aunque en estos momentos son dos las diligencias claves en el seguimiento del caso, que de no contar con alguna resolución procesal, prescribiría en cuatro meses.

Por un lado, los abogados de la familia ya presentaron el pertinente recurso ante la Audiencia de Pontevedra al auto de la jueza en la que rechazaba la comparecencia en sede judicial de la expareja de la joven y principal sospechoso en su desaparición y muerte, en palabras de los propios investigadores. Ambos mantenían contacto tanto por teléfono móvil como por correo electrónico –llegando a enviarse fotografías–, de ahí la importancia de las conclusiones de los peritos de Lazarus.

La otra vía de la que también se espera respuesta es el resultado de las pruebas de ADN de los restos biológicos extraídos de las uñas de del cuerpo de Déborah tras su exhumación y que fueron remitidos el pasado mes de mayo, al Instituto Toxicológico de Madrid para su comparación con la de una treintena de perfiles.