Por segundo año consecutivo, la romería de San Blas se celebra sin los populares furanchos, que a lo largo de las décadas han servido de irresistible imán hasta Bembrive para los romeros de todo Vigo y alrededores. La evolución de la pandemia permitirá, eso sí, ampliar el festejo que el año pasado tuvo que verse reducido a los actos litúrgicos.

Tal y como ha informado este martes la comisión de fiestas, la celebración tendrá lugar el próximo 3 de febrero en la Alameda do Torreiro, frente al centro cultural Helios. El recinto se dividirá en dos zonas, ha explicado el presidente de la comisión, David Gómez Otero: una dedicada a los conciertos y una segunda donde se instalarán los tradicionales puestos de artesanía, velas, rosquillas, pan, etc.

En esta área se podrá pasear sin restricciones y la comisión de fiestas vigilará que no se formen aglomeraciones. Por su parte, en la carpa donde tendrán lugar las actuaciones musicales "se tomarán todas las medidas sanitarias que la Xunta exige a este tipo de eventos", apostilla Gómez Otero. Será un recinto perfectamente delimitado, con control de aforo y para acceder se exigirá el pasaporte COVID. La comisión instalará una pequeña barra, pero estará prohibido comer y beber de pie y el público permanecerá sentado durante los conciertos.

En cuanto a los actos religiosos, la misa mayor tendrá lugar a las 12.30 horas, seguida de la procesión. Además, habrá misas a las 9.00, 10.00, 11.00, 17.00, 18.00 y 19.30 horas.

La de San Blas es la segunda romería que se celebrará en Vigo este año, tras la de San Amaro en Matamá, en la que no se tomaron medidas excepcionales más allá de las obligatorias mascarillas y la distancia de seguridad.