“Me mandó a un piso que nada tenía que ver con el de las fotos, no era ni un piso, tenía techo de uralita. Fui a reclamarle y me dieron largas, evasivas. No daba el servicio por el que yo pagué, no tenía nada que ver con lo que anunciaban. Evidentemente fue una estafa”.

Declaraciones como la de esta afectada se sucedieron a lo largo de la mañana de ayer en la sala de la Audiencia, todas para incriminar a una agente inmobiliaria acusada de estafar a 154 personas con el alquiler de pisos.

Afronta 3 años de prisión

La Fiscalía pide para ella 3 años de prisión para lo que ponía anuncios “señuelo”, de pisos o casas en muy buenas condiciones. Cuando los interesados preguntaban por ellos, la agencia les pedía una suscripción de entre 150 y 180 euros para facilitarles los contactos de los propietarios, pero estas viviendas nunca estaban disponibles, y acababa ofreciendo otras, en muchas peores condiciones o algunas incluso en ruinas.

Respondió solo a su abogado

La acusada negó los hechos, afirmando, solo a las preguntas de su letrado, que ella seguía las normas de la franquicia. “Es cierto que tuve muchas inspecciones, pero ninguna sanción”, aseveró. La agente explicó que su empresa se dedicaba a contactar con propietarios de viviendas en alquiler, de los que obtenía una “autorización verbal” para anunciar sus viviendas; que nunca acompañaba a los inquilinos a las visitas y que tampoco conocía a estos caseros, actuando solo como intermediario.

Inspecciones de Consumo

Los técnicos de Consumo que declararon ayer indicaron que seguían “desde hace años” a la acusada por las múltiples reclamaciones que se interponían contra ella.