Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cercados en casa por el COVID: “Si nos aislamos, ¿quién cuida a los niños?”

Una familia de Redondela relata cómo está viviendo el confinamiento tras un positivo en COVID y ser los demás contacto estrecho | Sus amigos y vecinos les ayudan en lo posible

Jaime y Ana en el balcón de su casa de Redondela junto a sus hijos Samuel y Lucas de cinco años MARTA G. BREA

Congestionada y con algo de tos, al otro lado del teléfono asegura que las noches están siendo lo peor. Al tumbarse en la cama no es capaz de respirar y, aunque todavía no sabe si es positivo, ya presenta síntomas, por lo que afirma que “lo más probable es que me haya contagiado”. Desde el pasado martes, cuando su marido dio positivo en COVID, Ana Blanco tuvo que quedarse en casa confinada con él y con sus dos hijos de ocho y cinco años de edad. Viven en Redondela y no tienen a nadie de su familia en esta localidad, por lo que una de las primeras cosas que dice es que “vale, nos dicen que nos aislemos, pero es que si yo soy positivo ahora, no tenemos alternativa, ¿quién cuida a los niños? Es que no tiene sentido porque ellos, al igual que yo, al ser considerados como contacto estrecho tienen que permanecer en casa”.

Si los niños dan positivo, cogerán vacaciones para poder atenderlos

Dentro del domicilio gestionan como pueden una situación que les está suponiendo “bastante estrés”. Los pequeños Samuel y Lucas pasan la noche con ella, mientras que su marido, Jaime Juncal, se quedó en la habitación de los niños desde el principio. Ayer mismo hicieron la compra online y se la llevaron a casa y su vecina se ofreció a ayudarles y le bajó la basura. “Dejé la bolsa en la puerta y luego le avisé para que la cogiera, para evitar el mínimo contacto”, indica Blanco. A pesar de todo este contexto, Ana comenta que tiene suerte porque sus amigas están “entregadísimas y nos ayudan en lo que pueden, pero claro, tampoco quieres poner en riesgo a nadie o estar pidiendo favores. Una de ellas vino a dejarnos al portal un detalle y unos cuentos para los niños, algo que agradecemos muchísimo”.

Por otra parte, los profesores de los pequeños de Ana y Jaime también se están volcando mucho con ellos. Sin ir más lejos, el de Samuel se acercó estos días hasta su casa para llevarle los libros y está muy pendiente de él en las clases virtuales, que el menor sigue desde la tablet.

Esta vecina de Redondela también dice que “la madre de un compañero de Lucas fue la que nos trajo sus cosas, algo que también agradecemos muchísimo, porque está siendo una locura y muy estresante para todos. Mi marido y yo intentamos teletrabajar, pero también tienes que atender a los niños y al final es imposible hacer todo. El pequeño quiere que estemos con él, tenemos que hacer las fichas de clase, y el mayor también tiene deberes o se distrae de las clases y hay que estar pendiente. Así es imposible sacar adelante el teletrabajo”.

No es la primera vez que esta familia de Redondela se enfrenta a una situación similar en la pandemia, y es que en junio de 2021, poco antes de terminar el curso, Samuel tuvo que confinarse porque un compañero de su clase había dado positivo, y desde el colegio les pidieron, por favor, que tampoco llevaran al pequeño a las clases.

En aquel momento, Ana y Jaime también tuvieron que “hacer malabares”, porque ninguno podía dejar de trabajar: “Mi marido se quedaba con ellos una parte de la mañana y yo, que soy dietista, juntaba todas las citas que podía en esas horas. Luego iba a casa para que él pudiera teletrabajar y por la tarde repetíamos la misma operación, pero él muchas veces se tenía que quedar hasta las 12 de la noche en el ordenador porque es lo que decía antes, el teletrabajo con niños en casa no sale adelante”.

Jaime y Ana, ayer, en el balcón de su casa en Redondela junto a sus hijos, Samuel y Lucas. MARTA G. BREA

A la espera de resultados

Otra de las situaciones delicadas a las que esta familia se está teniendo que enfrentar es a los protocolos COVID y a que respondan a sus llamadas. Llena de dudas y sin poder ir a por más test a la farmacia para los pequeños, Ana Blanco comenta que “en el centro de salud es imposible que nos cojan el teléfono, porque si ahora los niños dan positivo no sabemos cómo tenemos que hacer con la vacuna. Lucas tenía cita para vacunarse este sábado y ya no podrá ir, mientras que Samuel tampoco está vacunado porque cuando nos llegó la cita estábamos visitando a mi familia en Las Palmas”.

Por otra parte, esta vecina de Redondela afirma que, ahora mismo, “estamos rezando”, puesto que el pequeño presenta dolor de garganta y el mayor tiene algo de mocos, y mientras que a su marido le darán el alta el próximo 18 de enero y ella permanece a la espera de sus propios resultados, “si los niños dan positivo en los próximos días, no nos va a quedar más remedio que coger vacaciones para poder cuidarlos, porque una baja no nos la van a dar y aquí nosotros no tenemos a nadie que nos pueda ayudar”, por lo que comenta que no les queda otra que “cruzar los dedos”.

 

Compartir el artículo

stats