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Gran Vigo

Una boda de diamantes en el Olimpo vigués

El atleta Carlos Pérez y la artista Isolina Carrera celebraron sus 60 años de matrimonio

Carlos Pérez e Isolina Carrera, rodeados de sus familiares, celebrando sus bodas de diamantes. | // FDV

Las ‘celebrities’ de Vigo también llegan a las bodas de diamante. El ex-atleta olímpico Carlos Pérez Alonso y la artista Isolina Carrera celebraron ayer sus 60 años de matrimonio en un acto en la parroquia de La Soledad, a los pies del Castro.

La boda entre el 15 veces campeón nacional de cross y la voz de “Coser y Cantar” en la radio local de mediados del siglo pasado se produjo hace ahora 60 años en la iglesia de Santiago de Vigo, abarrotando la calle entre curiosos y seguidores del deportista –conocido y reconocido por su palmarés– y la mujer que atendía a las peticiones de los oyentes interpretando temas de Antonio Molina o Concha Piquer.

Carlos Pérez e Isolina Carrera, con sus hijos en casa el 9/12/1984 Cameselle

Ambos se conocieron en el año 1959 en la fiesta celebrada tras un concierto de Conchita Bautista en la ciudad. Aquel día “Soli” actuó como telonera de la que sería la primera representante española en Eurovisión, pero el interés del atleta por ella ya venía de antes. Cuando Radio Vigo celebró su 25º aniversario con un recital en el Teatro García Barbón, las entradas se agotaron para poder ponerle cara a la intérprete.

Poco tuvo que ver la celebración de ayer con las bodas de oro, cuando hace una década congregaron a 127 invitados y algunos de los rostros más conocidos del atletismo vigués. Por culpa de la pandemia el acto se celebró en la intimidad familiar, acompañados de sus dos hijos, cuatro nietos y el bisnieto nacido hace apenas unos meses que acaparó todas las miradas.

Carlos Pérez e Isolina Carrera, con su bisnieto en brazos

La misa fue oficiada por monseñor Alberto Cuevas –amigo personal de la familia– quien en su homilía en la Iglesia de la Soledad repasó la trayectoria vital de ambos.

Tras el acto, la celebración continuó en el restaurante Cormorán ubicado a 1 kilómetro del templo religioso. Allí, además de las tradicionales fotos de recuerdo, brindaron por poder llegar a las bodas de platino dentro de cinco años. “Difícil, pero no imposible” reconoció el olímpico en México 1968 y Múnich 1972 durante su discurso.

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