El estadio de Balaídos alcanza su 93º cumpleaños con una vela muy especial tras 18 meses marcados por la pandemia.
Nueve meses después de la desaparición de las torres de iluminación ubicadas en las esquinas de Tribuna, un nuevo elemento sobresale en el skyline del Val do Fragoso. Aunque en esta ocasión, tendrá una vida mucho más breve que la de los focos instalados antes del Mundial 82.
El martes comenzaban los trabajos de izado de la enorme grúa de casi 30 metros de altura que dará forma al nuevo graderío en el antiguo sector par, culminándose ayer su montaje a la espera de retirar las últimas dos bañeras de la cubierta.
Durante el otoño las labores se centraron en el desescombro de la zona y la colocación de los pilotes de la nueva grada; lo que hizo recuperar los ritmos de trabajo de los meses de abril y marzo, cuando la piqueta comenzaba a derribar la estructura del fondo este.
A su vez, también se avanza en la adecuación de la zona de la grada de Río par más próxima a la futura bancada con el espacio para ascensores y el recorte necesario para su encaje. La nueva grada contará con 6.561 butacas situadas 30 metros más cerca del campo gracias a una inversión de 15,1 millones.
Doble centenario
Tras casi ocho años de reforma, los plazos comienzan a apretarse en lo que a fechas simbólicas se refiere. El celtismo mira con ilusión el centenario del club, cuyos actos podrían dar comienzo en el arranque de la próxima temporada 2022-23.
Para entonces debería encarar su recta final la construcción de este nuevo fondo, permitiendo el regreso de los espectadores a “la curva mágica” casi tres años después.
Las celebraciones por el primer siglo de vida podrían prolongarse hasta 2024. El deseo del Concello es que las obras en la grada de Gol –la única sin reformas– comiencen en cuanto finalicen las de Marcador.
Es por ello que el complejo deportivo diseñado por Jenaro de la Fuente debería estar modernizado por completo para su propio centenario el 30 de diciembre de 2028.
Bendecido por el párroco de Santa Marta al grito de “Viva Galicia, Viva Vigo y Viva el Celta”, la hija del exalcalde Gregorio Espino realizaba el primer saque de honor de ante el Real Unión de Irún a las 15:12 horas. En Primera solamente Mendizorroza, Mestalla o El Madrigal superan en antigüedad al “Stadium” que tomó el relevo del campo de Coia; convertido ya en símbolo de Vigo.
