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El mejor trabajo de ingeniería hidráulica en Galicia es de Vigo

Horacio Pequeño Pérez recibe el Premio Profesor Rodríguez de Hoyo por un proyecto de depuración con humedales artificiales

El ingeniero vigués Horacio Pequeño, durante la entrega de premio.

El mejor trabajo fin de máster de Galicia relacionado con la ingeniería civil hidráulica y energética tiene sello vigués. Horacio Pequeño Pérez diseñó un sistema de depuración con humedales artificiales para una parroquia del Concello de Rois que podría adaptarse a muchas localidades gallegas en torno a los 1.500 habitantes y que le ha valido el Premio Profesor Rodrigo del Hoyo 2021 de la Fundación Ingeniería Civil de Galicia.

La entrega del premio tuvo lugar durante el acto de graduación de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de A Coruña, celebrado hace apenas dos semanas y al que asistieron dos exalumnas del centro, la secretaria de Estado Isabel Pardo de Vera y la conselleira Ethel Vázquez.

Horacio Pequeño y el resto de premiados.

Horacio Pérez, de 26 años, es graduado en Ingeniería Civil y en 2020 finalizó el máster habilitante de dos años. “Las obras hidráulicas siempre me han gustado y busqué un trabajo final relacionado con este ámbito. Las técnicas de depuración con humedales artificiales tienen un menor impacto visual y ambiental que los decantadores tradicionales de hormigón de las EDAR de ciudades como Vigo y, por tanto, generan menos rechazo a la población cercana. A simple vista, parecen una especie de plantación”, explica.

Bajo estas premisas, el ingeniero vigués desarrolló un proyecto de mejora de la red de saneamiento y depuración de la parroquia de Urdilde, en Rois: “Buscaba una población de tamaño medio. Tiene unos 1.000 habitantes y un profesor, David Hernáez, que trabaja en Augas de Galicia, me comentó que en esta zona podía ser interesante una propuesta de este tipo porque tenían problemas de olores con la depuradora y buscaban una solución”.

Humedal artificial en Cerdedo-Cotobade.

Los humedales artificiales se inscriben en las tecnologías no convencionales o de bajo consumo, pero todavía gozan de escasa aplicación en Galicia y además son de menor tamaño que el sistema planteado por Pequeño. Uno de los últimos municipios en apostar por esta solución ha sido el de Cerdedo-Cotobade.

“Es una tecnología bastante novedosa y muy recomendable para poblaciones que no superan los 1.500 habitantes. Tiene un requisito importante de espacio y en mi proyecto, por ejemplo, se necesitaría una superficie de casi 5.000 metros cuadrados para implantar todo el sistema. Pero es una buena solución para Galicia, donde existe una gran extensión. Si los concellos se animasen a implantar sistemas de este tipo me sentiría muy realizado”, reconoce Pequeño.

Además, tampoco son instalaciones excesivamente costosas. “Mi proyecto costaría en torno a un millón de euros para llevar a cabo los humedales, el tratamiento de la depuradora y también una oficina de control de los diferentes sistemas y caudales. No requiere una inversión descabellada para poder llevarlo a cabo”.

Horacio Pequeño y su padre.

Tras una primera fase de filtrado en la que se eliminan plásticos, papeles y elementos como los bastoncillos o las toallas desmaquillantes, el caudal de agua se depura en los humedales de forma controlada. “Las plantas se alimentan de las bacterias que contiene el agua y la filtran mediante un proceso más natural que el que tiene lugar en los decantadores tradicionales, donde los residuos acaban depositados en el fondo y hay que retirarlos con camiones cisterna”, añade Horacio Pequeño.

El ingeniero vigués aboga por extender esta tecnología por nuestra comunidad: “Galicia cuenta con un elevado número de pequeños núcleos de población dispersos, sobre todo, en el interior, que se verían mucho más favorecidos con estos sistemas que con las depuradoras tradicionales. Sería mejor tanto para los ecosistemas como para los habitantes de esas zonas. Además también contamos con muchos ríos con los que se podrían conectar estas instalaciones sin ningún problema. Es una región muy privilegiada para esta tecnología”.

AVE en el País Vasco

El ingeniero vigués disfruta de unos días de vacaciones en su casa familiar, puesto que actualmente se encuentra trabajando para Dragados en las obras del tren de alta velocidad en el País Vasco. “Antes de terminar el proyecto ya estuve en Galaicontrol durante unos 7 meses en el departamento de Ingeniería Civil y después surgió la oportunidad de sumarme a este proyecto. Se nota la morriña pero estoy bastante contento”, asegura.

La UTE formada por Dragados, Tecsa y Amenábar se ocupa de un tramo del AVE que incluye unos 4 kilómetros de túnel y dos pequeños viaductos todavía por ejecutar. “Es una obra de ingeniería bastante grande y bonita además. Es un privilegio poder trabajar en un proyecto así, como un sueño”, celebra.

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