Casi cinco años después del juicio, la atleta Desirée Vila podrá recibir la indemnización para el pago de sus prótesis tras la amputación de una pierna que sufrió por una mala praxis médica tras un accidente deportivo. El traumatólogo que la atendió, Pedro Larrauri, fue condenado, en segunda instancia, a una multa de 9.000 euros por un delito de lesiones por imprudencia menos grave. Tras recurrir el fallo inicial, la Audiencia determinó que la indemnización a la deportista de élite se fijaría en ejecución de sentencia, cuantificándola finalmente en cerca de 873.000 euros a los que deberán hacer frente los recurrentes, el médico Larrauri, la clínica El Castro –ahora Hospital HM Vigo– y la aseguradora Mapfre.

Esta resolución no es firme y contra ella cabe recurso de apelación.

El juicio por este caso se celebró en 2017 en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo. El médico acusado había defendido su inocencia en este proceso alegando que la isquemia que provocó la pérdida de la extremidad de la joven derivó de la operación de un cirujano de otro hospital. Mientras, la propia Desirée, en su declaración en la vista oral, contó que mientras fue tratada por el condenado en el hospital O Castro “no notaba el pie, no tenía sensibilidad ninguna y nadie hacía nada”. “Sentí desde el principio que algo iba mal; sólo quería saber si iba a volver a caminar”, relató entonces.

La Audiencia rebajó la gravedad de la imprudencia atendiendo a que los síntomas de la paciente podían generar “confusión” al confundirse con otros. También se valora que para un médico no experto en vascular podía existir “cierta dificultad en la ponderación de la urgencia de las actuaciones” o que “no se puede afirmar que el facultativo abandonase a la paciente y su evolución” .