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Investigadores revelan que el sol ilumina el rostro del Apóstol en sus tres festividades

Los constructores de la Catedral de Santiago tuvieron en cuenta la posición del santo y las ventanas para generar efectos lumínicos el 25 de marzo, el 25 de julio y el 30 de diciembre

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Ventana de la fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago por donde la luz baña al santo el 25 de marzo Óscar Corral

La irrupción de la luz eléctrica apagó las velas y ocultó las soluciones y los juegos ideados hace siglos por los constructores de los templos cristianos para conmover y persuadir a los devotos. Afortunadamente, los libros y la casualidad han vuelto a destapar el “fenómeno único” que tiene lugar en la Catedral de Santiago: los responsables de su reforma barroca durante los siglos XVI y XVII idearon la fórmula para que la luz solar bañe el rostro del Apóstol el 25 de marzo, el 25 de julio y el 30 de diciembre.

Benito Vilas, arqueólogo del grupo GEAAT de la UVigo y experto en astronomía cultural, junto con el astrofísico del Incipit-CSIC César González y la arquitecta Ruth Varela hicieron los cálculos y exploraron la Catedral en busca de las ventanas que permiten la entrada de los rayos de sol sobre el Apóstol en las tres fechas que el Códice Calixtino vincula a su martirio, traslado a Santiago y posterior entierro, siendo esta última olvidada después en las festividades litúrgicas.

Experimento realizado en el campus de la USC Rubén Vuelta-Santín

El hallazgo parte de una visita de Vilas a la Catedral en un mes de septiembre (equivalente en el año solar a marzo) durante la que observó cómo la luz impactaba sobre el santo. No le dio más importancia, pero acabó desencadenando una serie de afortunadas casualidades. “Un par de meses despois, lendo Notas Compostelanas, un libro de Celestino Sánchez Rivera de 1946 sobre historias curiosas sobre Santiago, atopei que facía referencia a esta lenda e foi entón cando decidín investigala xunto con César González”, relata.

Durante el estudio bibliográfico también hallaron que Otero Pedrayo ya había recogido el mito sobre la iluminación del Apóstol en su Guía de Galicia de 1926. “O fenómeno desapareceu dende que hai luz eléctrica e se non chega a quedar ‘fosilizado’ nestes libros eu non seguiría tirando do fío e podería acabar por esquecerse e perderse. A sorte foi que quedou aí rexistrado”, apunta Vilas.

Fotografía del 23 de marzo tomada desde la capilla del Apóstol donde se aprecia la luz entrando por la ventana oeste de la cúpula. BENITO VILAS ESTÉVEZ

En la primera parte de su estudio, los expertos comprobaron que el sol ilumina el rostro del Apóstol el 21 y el 23 marzo, entre las 6 y las 7 de la tarde, a través de los huecos en las ventanas de la fachada del Obradoiro, que fueron diseñadas de tal forma que la luz atraviesa el rosetón románico situado sobre el Pórtico de la Gloria. Y el 30 de diciembre, los rayos penetran en la nave minutos después de las 4 a través de una pequeña ventana situada en la zona de Platerías.

Vilas subraya la simbología que rodea a esta fachada, que representaba la luz, el perdón y el nuevo testamento, frente a la de Azabachería, sobre la que nunca incide el sol y se relacionaba con el antiguo testamento. “Incluso os peregrinos entraban por esta zona, a do pecado, e saían limpos pola parte da luz, de Platerías”, destaca.

Capilla mayor iluminada el 23 de septiembre, equivalente al 21 de marzo, gracias a los rayos que entran por la fachada del Obradoiro y el rosetón (en el recuadro)

En esta primera aproximación, publicada en Mediterranean Archaeology and Archaeometry, los investigadores reconocían que les quedaba pendiente demostrar la tercera fecha, la de julio. Y en esa segunda investigación, que se vio interrumpida por las obras de reforma de la Catedral, contaron con la colaboración de la arquitecta Ruth Varela, con la que también firmaron un artículo en la misma revista.

“A iluminación solar era moi importante nas igrexas e existen tratados sobre o tema. Nós tivemos a sorte de atopar un pleito dunha famila que denuncia no ano 1661 que as obras na Catedral deixaban sen luz á capela de Santa Cruz. E aí aparece un personaxe para dirimir o conflito que era o experto na iluminación da Catedral e sabía facer os cálculos. Todo cadraba”,comenta Vilas.

También descubrieron una ventana en el cimborrio de la cúpula por la que podría entrar la luz, hicieron un ejercicio de arquitectura experimental para simular las mediciones originales y, finalmente, Vila pudo fotografiar el fenómeno el 23 de mayo de 2017. Y, por tanto, certificar que también ocurre en julio. 

Boceto de la sección longitudinal de la Catedral de Santiago explicativo de la incidencia de la luz

“É moi impresionante e só ocorre en Compostela”

Los juegos de luces y sombras ya estaban presentes en el edifico románico y la reforma barroca readaptó la tradición y generó efectos que, sin duda, sobrecogerían a los presentes. “Hai igrexas construidas para que o sol entre o día do seu santo, pero que estean marcados tres momentos tan distintos, nos que hai que ter en conta moitísimos detalles, é moi impresionante. E ata o día de hoxe, que saibamos, só ocorre en Compostela. É un fenómeno pouco divulgado, pero podería ter un recorrido a nivel turístico tremendo”, plantea Vilas.

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