Vigo es el primero de la clase. Y lo lleva siendo los últimos quince años. Al menos en cuento a la aprobación de sus presupuestos, encarando ya el 2022 con el OK definitivo del Pleno. Ayer, la corporación local dio luz verde al presupuesto municipal para el próximo año. En total 285,6 millones de euros, 21 más que en el 2021, que en palabras del edil de Hacienda, Jaime Aneiros “son la palanca para la reactivación económica”.
El alcalde Abel Caballero hizo un balance positivo de las recién aprobadas cuentas: “Congelación de las tasas por lo que bajan un 5%, 17 millones en exenciones fiscales al ciudadanos y la presión fiscal más baja de Galicia y de las más bajas de España. Son unos buenos presupuestos con deuda cero donde mantenemos una situación económica buena en la ciudad”, aseveró el regidor local.
Aneiros destacó el apartado de inversiones, que cuenta con más de 40 millones para proyectos, y la partida de bienestar social, con 22 millones para “políticas directas”. Detalló también que este área creció más de un 350% desde 2007, especialmente este año a raíz de la crisis sanitaria y económica del COVID.
El presupuesto para 2022 contó con 18 votos a favor y 7 en contra, el total de la oposición. A este respecto, el concejal dijo “no entender votar contra la ciudad” y enumeró distintos factores económicos cómo “la deuda cero, el pago a proveedores en una semana y un presupuesto equilibrado”, como las grandes bazas de esta política local.
Desde la oposición, el concejal del BNG, Xabier P. Igrexas, pidió una mayor implicación y participación ciudadana en los próximos presupuestos. Por su parte, el grupo de Marea de Vigo exige mejoras laborales en las empresas concesionarias mientras los populares incidieron en el voto en contra porque “es la única posición digna”.
Aneiros reprochó a la oposición de “estar preocupados en la construcción del relato” y habló de la actividad en la ciudad “con los hoteles y restaurante llenos, el comercio que funciona, servicios públicos de calidad según la OCU... tenemos premios reconocidos a nuestros servicios públicos. Viven en una ciudad distinta”.