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Un corte deja sin luz a 400.000 personas y causa pérdidas millonarias en la industria

La avería, en la subestación de Pazos, duró apenas unos minutos pero afectó a todo Vigo y varios municipios del área | La producción en Stellantis se vio afectada más de 2 horas

Todo el área e industrias como la planta de Stellantis (a la derecha ), afectadas por el apagón. | // M.G. BREA

Más por su afectación que por su duración, el apagón que vivieron ayer los vecinos del área de Vigo ya puede calificarse de histórico. Y es que fueron cerca de 400.000 personas las que sufrieron a media mañana un corte de luz que si bien no se prolongó mucho más allá de unos minutos –dependiendo de la zona– sí dejó pérdidas millonarias en la industria metropolitana.

La interrupción se produjo, tal y como confirman fuentes de Red Eléctrica Española (REE) a las 10.35 horas. El problema se produjo durante unos trabajos de renovación y mejora de activos en la subestación de Pazos de Borbén. “Se ha producido una desconexión, por causas que se están investigando, que ha provocado un corte de suministro de tres minutos de duración en la ciudad de Vigo. Los técnicos de Red Eléctrica han actuado con la máxima rapidez, en coordinación con la empresa distribuidora, de tal forma que a las 10.38 horas de la mañana estaba repuesto todo el servicio. Se siguen investigando las causas del incidente, de las que informaremos tan pronto como sea posible”, afirmó REE en la mañana de ayer.

La luz falló en zonas como Samil, Areal, el entorno de Povisa, Vialia, Travesía de Vigo, y hasta en el Hospital Álvaro Cunqueiro. Pero también en otros municipios del área, como Porriño o Chapela. Lo cierto es que para el casi medio millón de clientes que se encontraban en sus domicilios, el corte no supuso mayor contratiempo, ya que su intensidad no ha sido alarmante –seguramente pasó desapercibida para muchos–, si bien la peor parte se la ha llevado la industria. Como ejemplo, la planta de Balaídos.

El problema del corte repentino cuando la fábrica ya se encontraba en pleno funcionamiento se traduce en la necesidad de tener que volver a programar todas y cada una de las máquinas, obligando al turno de la mañana a parar la producción.

Este proceso se prolongó, según precisan fuentes consultadas, más de dos horas, lo que se traduce en la pérdida de más de 200 vehículos. Lo que es lo mismo, una cifra cercana a los cinco millones de euros, agravando todavía más si cabe la crisis de suministros que sufre desde hace meses el sector automovilístico. Las instalaciones de Stellantis son solo un ejemplo de lo sucedido en otras fábricas y empresas del entorno, que sufrieron en mayor grado el parón eléctrico.

Este apagón no está relacionado –ni mucho tiene que ver– con los microcortes que desde hace años sufre el polígono de Balaídos. Estos huecos de tensión suelen producirse cuando hay descargas en el tendido en días de tormenta, provocando también paros en la producción e incluso averías en maquinaria y sistemas.

Otros episodios

Lo cierto es que este episodio no es único. En mayo de 2016, centenares de viviendas y locales de Sanjurjo Badía, sufrieron desperfectos a causa de la avería registrada en la red de baja tensión que causó un apagón de unas ocho horas. El percance coincidió en el tiempo con otro registrado en el tramo subterráneo de la línea de media tensión de O Castro, en el entorno del centro de transformación de García Barbón. Este corte afectó a las zonas de O Berbés, Torrecedeira y parte de la Alameda y se solventó una hora. Ambas incidencias afectaron a 3.000 vecinos.

Una intensa tormenta en mayo de 2017 con aparato eléctrico provocó que al menos 7.700 hogares, negocios y empresas, la práctica totalidad en la provincia de Pontevedra –especialmente en Vigo y Cangas–, se quedaran sin luz durante todo el día. En junio de este mismo año, una avería en el suministro dejaba a más de 7.300 horas dl Casco Vello y Torrecedeira más de dos horas sin luz.

Y en 2019, un fallo en la subestación de O Troncal afectó a 20.0000 vecinos de Teis, García Barbón, Lavadores, Candeán y Chapela en el que suponía el segundo gran apagón en tan solo cuatro días.

El enganche a la alta tensión, pendiente del Ministerio

Este tipo de cortes demuestran la necesidad de mejorar el suministro de la ciudad con el enganche a la red de Muy Alta Tensión que demanda Stellantis, por su mayor fiabilidad. Esta conexión permite trabajar con una distribución en forma de malla que hace posible que en caso de corte de suministro la corriente llegue a un punto desde varias alternativas. Vigo es la única gran ciudad española que no recibe electricidad a 220 kilovoltios, y la de Balaídos, la única fábrica de coches del país que trabaja a 132 kV. Tras serle denegado este enganche por parte del Ministerio, concretamente al retirarlo de la planificación de Red Eléctrica de España (REE) hasta 2026, tanto Xunta como la propia fábrica presentaron alegaciones para poder rescatar esta subestación, decisión ahora en mano del Ministerio de Transición Ecológica.

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