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Ni de niño ni de niña: los juguetes se liberan de etiquetas

De madera, de colores neutros y sin esterotipos, una tendencia que comienza a consolidarse en la ciudad con un fuerte compromiso con la crianza respetuosa

Marta López, en su tienda Patapum mostrando un “minimundo”. Marta G. Brea

La organización estatal de familias y mayores, Solidaridad Intergeneracional, define a los juguetes sexistas como “aquellos que reproducen y perpetúan estereotipos de género: la niñas deber ser tranquilas, presumidas y dedicarse a los cuidados y las tareas de la casa, mientras que los niños deben ser fuertes y competitivos. No se trata tanto del juego o juguete en sí, como la elección estereotipada del destinatario del mismo”. Bajo ese precepto de clasificar todo aquello que pertenece al mundo de las niñas o al de los niños, se han forjado fuertes estereotipos que adquieren un papel más relevante, aún si cabe, en los medios de comunicación, la publicidad o grandes almacenes. Una tendencia que hace ya algún tiempo ha empezado a cambiar, también en la ciudad de Vigo. Ya se encuentran establecimientos que apuestan enteramente por una crianza respetuosa.

Ni de niño ni de niña: los juguetes se liberan de etiquetas

En el ámbito del entretenimiento infantil, se materializa en ofrecer a los más pequeños juguetes que constituyan una verdadera herramienta para el aprendizaje y que ayuda a mantener a raya la imposición. “Se trata de que el niño vaya descubriendo a su ritmo lo que quiere aprender y cómo quiere hacerlo”, señala Marta López, propietaria de Patapum. Hace tan solo tres años que está abierta y se ha convertido en una de las tiendas de referencia como alternativa a los regalos infantiles convencionales. “Surgió cuando estaba embarazada. La verdad es que hasta que tuve que ponerme a pensar en comprarle ropa a mi hijo y sus primeros juguetes no había caído en lo estereotipado que estaba todo lo relacionado con los niños. Fue ahí que empecé a darle vueltas y nació Patapum. Fue un largo recorrido para encontrar marcas respetuosas con el proyecto quería montar. Algunos clientes vienen y me dicen que quieren un juguete para un sexo determinado –supongo que por inercia– y yo les enseño indistintamente el artículo en cuestión, tanto para niño como para niña”, abunda.

Ni de niño ni de niña: los juguetes se liberan de etiquetas

Padres comprometidos

Dos pasillos, dos colores –rosa y azul–, dos tipos de juguetes –camiones y construcciones para ellos, muñecas y carritos para ellas–, dos tipos de ropa –vestidos y leotardos para ellas, chandal y vaqueros para ellos–, y en ese apretado margen se han tenido que mover siempre los padres a la hora de elegir regalos y ropa para sus vástagos. La inoperancia de las grandes marcas para ofrecer alternativas de ocio para los más pequeños ha sido casi siempre limitante, e incluso “estigmatizante” si ellos o ellas traspasaban esa línea roja que, como mínimo, cuestionaba a un niño jugando con una barbie o a una niña cabalgando un mini quad.

Ni de niño ni de niña: los juguetes se liberan de etiquetas

Una nueva generación de padres está alzando una voz dormida en la que no solo reclaman encontrar ropa y juguetes sin género, sino también que haya una mayor oferta lúdica para los niños de 0 a 3 años. En la viguesa tienda de juguetes respetuosos Patapum, sus clientes lo tienen claro y apuestan por un tipo de establecimientos donde no existe “para niño o niña, existen solamente juguetes”. Juguetes de madera, de colores neutros y sin etiquetas.

“Moléstame, irrítame entrar nun establecemento convencional e ver a clasificación que fan, separando por cores e polo enfoque do xogo. Parece que últimamente están tratando de avanzar algo, pero aínda é moi esaxerado. Eu collo regalos segundo os intereses que pode ter a miña filla”, destaca Lucía Malvido mientras recorre la tienda en busca de un puzzle para su pequeña. No tarda mucho en volver a abrirse la puerta. Otra mamá tratando que encontrar un regalo que se salga de los convencionalismos de siempre. “Le encantan los juguetes de madera. Dejo que experimenten. Tengo dos y a una de ellas le encantaban los coches cuando era más pequeñita. Les gustan los juguetes con los que puedan aprender algo. Yo les dejo que jueguen y se vistan como quieran porque al final lo importante es que se sientan bien con lo que son”, insiste Mónica Pérez.

La alternativa a las pantallas

El coche teledirigido, la muñeca que anda, los juegos científicos para él y los cambios de vestuario para ella. Los animales de pelea y los peluches son en muchas ocasiones los elegidos para entretener a los pequeños cuando hay que pasar un rato fuera de casa. Al cabo de unos minutos, se aburren y comienza una frustración que parece imparable, es cuando la socorrida pantalla del móvil recorre las mesas de los bares o el frontal del asiento delantero del coche. “Hay alternativas que quizá no se encuentren en los grandes almacenes donde la oferta lúdica para niños en edades tempranas es muy reducida y limitada. Ahora hay muchos padres que quieren involucrarse más con sus hijos, y buscan juegos que además de divertirse toda la familia, resultan un auténtico reto para los peques, y lo mejor, pueden llevarse en el bolso. Tenemos para todas las edades”, señalan Belén González y Jorge Domínguez desde A Pita Cega, una tienda de libros y juguetes evolutivos consolidada en la ciudad olívica desde hace 13 años.

Las manualidades creativas, los juegos de construcción evolutivos y todo un abanico de artículos donde los niños pueden experimentar a su antojo, buscándoles nuevos sentidos prácticos y consiguiendo que los niños “tengan ganas de volver a utilizarlos”. La imitación y el ejemplo son dos de los componentes que más influyen en la crianza de los infantes. Por regla general, los impactos visuales de los juguetes que ven por televisión son los que “por impulso suelen pedir los niños”, y que posteriormente, “no les sacan partido”, una vez exprimen la única función –en la mayoría de ellos– para la que han sido diseñados, quedan relegados al rincón. “Los juguetes no tienen que jugar por los niños, sino al revés”, remarcan. Tienen una ardua misión los encargados de las tiendas especializadas en entretenimiento didáctico y respetuoso. Son una pieza clave a la hora de orientar a clientes que buscan huir del plástico y de los regalos de usar y tirar. ”Hay una clara evolución de los padres y madres a los largo de los últimos cinco años. Pero queda mucho. Todavía hay quien al ver algo rosa en un simple juego unisex, como puede ser una plantilla del espacio, les echa para atrás”.

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