Una asociación feminista con base en Vigo comenzará esta noche una patrulla nocturna con la que tratarán de luchar contra las violaciones por sumisión química. Según los datos del Instituto Nacional de Toxicología, se estima que alrededor del 30% de las agresiones sexuales se producen haciendo uso de sustancias que inhiben a la víctima y colapsan por completo su voluntad. Este tipo de sumisión suele llevarse a cabo con sustancias como la mediática burundanga, las benzodiacepinas -antidepresivos- o, sin ir más lejos, el alcohol etílico.
Las mujeres que conforman el colectivo Solidarias e Violetas lo saben bien, les ha tocado de cerca: “Temos compañeiras que foron vítimas deste tipo de intoxicacións premeditadas e ese é un dos motivos que nos levou a organizarnos para loitar e defendernos”, explica Marta Gómez Vila, portavoz de la asociación. Por eso han creado su particular patrulla nocturna. Para prevenir, informar y actuar. Su misión es “concienciar á sociedade viguesa en xeral” y darle las herramientas necesarias a las mujeres, que son las víctimas potenciales, “para que saiban identificar se foron drogadas”.
¿Qué hará la patrulla?
Informar
La labor fundamental de la patrulla de Solidarias e Violetas será pedagógica y tendrá como terreno de actuación los lugares clave del ocio nocturno.
Prevenir
Desde la asociación consideran que el factor clave del movimiento es la prevención para evitar “al máximo” situaciones negativas.
Actuar
Facilitarán información para que las potenciales víctimas sepan cómo actuar si se produce una agresión.
A modo de piquete informativo, saldrán a las 22.30 horas de la Praza da Pedra y recorrerán las tres principales zonas del ocio nocturno vigués: Casco Vello, Arenal y Churruca.
“Imos falar cos bares e cos clientes”
Ya han preparado varios cientos de panfletos informativos dirigidos, sobre todo, a las mujeres. ¿Las claves? Saber cómo actuar. En la información que van a repartir se dibuja una suerte de manual para que las mujeres que crean que han sido víctimas de una intoxicación sepan cómo actuar.
Lo primero que recomiendan desde Solidarias e Violetas es prepararse para reconocer los síntomas de una posible intoxicación:
“Temos que estar alerta para detectar sensacións estrañas. Unha soa cervexa non che pode producir náuseas ou lagunas. Debemos evitar culpabilizarnos”
Por otro lado, alerta de que si las posibles víctimas tienen grandes lagunas o algún tipo de sospecha al despertarse al día siguiente, eviten ducharse o lavar la ropa que llevaban puesta: “Na roupa ou no propio corpo pode haber probas que, ao final, sexan fundamentais para unha futura investigación”. Si todas esas dudas son firmes, el siguiente paso debería ser acudir a una farmacia para realizar un test de drogas. “Acto seguido, debemos ir a Urxencias do hospital máis cercano e contar o sucedid. Nese momento, activarase o protocolo de antención sanitaria para vítimas de agresións sexuais”, remata la portavoz de Solidarias e Violetas.
Movimiento Denuncia tu bar
A comienzos del mes de noviembre, miles de mujeres belgas salieron a las calles para boicotear a decenas de bares y discotecas del centro de Bruselas. Querían denunciar la inacción de la hostelería ante “el aumento de casos de violaciones e intoxicaciones nocturnas”. El movimiento apenas tardo unos días en replicarse en España. A través del hastag #DenunciaTuBar, mujeres de todo el Estado comenzaron a contar sus experiencias en redes.
Las tres experiencias narradas por las víctimas tienen denominadores comunes. En todas hay grandes lagunas en los recuerdos de la noche y en todas había algún hombre involucrado que las seguía de cerca.
“O problema existe. Está aí. Temos que concienciarnos nós e tratar de concienciar ao resto”, explica Marta, que ha adelantado que tras el primer recorrido de la patrulla leerán un manifiesto en la Praza de Portugal.
