Trece investigadores gallegos y extranjeros que trabajaban en instituciones de Europa, EE UU e India durante, al menos, los últimos dos años se incorporarán en los próximos meses a la Universidad de Vigo con cargo a los fondos europeos Next Generation. Gracias a una ayuda total de 5,4 millones de euros, la institución también formará a 31 jóvenes doctores y financiará una estancia de un año en un centro de su elección a un profesor de su plantilla.
El programa de recualificación del sistema universitario es una de las iniciativas diseñadas por el Gobierno central para el reparto de los conocidos como fondos COVID y contempla tres modalidades diferentes para atraer y consolidar tanto a investigadores sénior como a recién doctorados.
Cada universidad diseñó su propia convocatoria y la de Vigo acaba de hacer pública su resolución, que incluye un total de 45 beneficiarios pertenecientes a todas las ramas de conocimiento.
Las ayudas María Zambrano, que buscan atraer al talento internacional con contratos de tres años, son las que despertaron mayor interés. Se recibieron 33 solicitudes procedentes de todo el mundo para las 8 plazas ofertadas inicialmente y finalmente se ampliaron a 13.
Entre los seleccionados hay varios gallegos que han visto en esta convocatoria una oportunidad única para volver a su tierra. Es el caso de Daniel Hermida Merino, formado en la UVigo y actualmente investigador en el Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón (ESRF), en la ciudad francesa de Grenoble. O de la lucense María Carmen Parafita, que trabaja desde hace años en temas relacionados con el impacto del bilingüismo en la Universidad de Leiden (Países Bajos).
“Hay que aprovechar estos inputs para darle un empujón al I+D en Galicia”
Junto a ellos también llegarán a la UVigo investigadores extranjeros como la húngara Ildiko Csepregi, experta en estudios medievales, o la economista india Poonam Pandey, que se incorpora al grupo de Mario Pansera y a su proyecto sobre crecimiento sostenible financiado con una ayuda europea Starting Grant.
MODALIDADES
13-María Zambrano
El objetivo de estas ayudas es atraer talento internacional y los beneficiarios debían tener una trayectoria postdoctoral acumulada no inferior a dos años en universidades o centros de investigación extranjeros. Tienen una duración de 3 años.
31-Margarita Salas
Están dirigidas a la formación de jóvenes doctores que obtuvieron su título en la UVigo en los últimos dos años. Su duración es de 2-3 años.
1-Recualificación
Estancias de formación de un año en otro centro para la recualificación de profesores funcionarios o contratados.
Los 13 seleccionados pertenecen a las cuatro ramas de conocimiento y el país mayoritario de procedencia es Portugal (5), seguido de Francia (2), Holanda, , Hungría, Suecia, Alemania, EE UU e India.
“Es muy positivo para la Universidad de Vigo poder recuperar a gente que ve la oportunidad de volver a Galicia después de tantos años y también incorporar a investigadores internacionales. La captación de talento siempre es buena”
En la modalidad Margarita Salas, la UVigo concedió un total de 31 ayudas –14 de ellas en la rama científica y de ciencias de la salud– para la formación de jóvenes doctores con estancias de dos o tres años en centros españoles o extranjeros.
Los aspirantes debían haber obtenido su doctorado en la Universidad de Vigo en los últimos dos años y algunos de ellos ya se encuentran actualmente realizando estancias “postdoc” en centros extranjeros.
Por último, en la modalidad de recualificación del profesorado universitario, la que generó menos solicitudes para sus 4 plazas disponibles, solo se otorgará una ayuda.
La vicerrectora Belén Rubio calcula que los investigadores seleccionados se irán incorporando en los próximos dos meses. “La mayoría ya pueden empezar el 1 de enero de 2022. En el caso de los españoles es más fácil y confiamos en ir resolviendo el proceso de los extranjeros para desenmarañar esa lista de espera”, comenta.
“Tienen currículos muy buenos y nos van a enriquecer e internacionalizar”
–Las ayudas María Zambrano suponen una oportunidad de volver para muchos gallegos y también un beneficio para la UVigo a la hora de sumar talento.
–Efectivamente. Es un beneficio incorporar a gente que se ha formado fuera durante estos años y puede aportar una visión más amplia y otras maneras de trabajar. Y también es muy importante la captación de talento internacional. En los departamentos va a haber una variedad de países. En general, la mayoría son investigadores sénior, con currículos muy buenos, y nos van a enriquecer e internacionalizar. Para nosotros es una forma de ir haciendo una gran cantera.
“Hubo un momento en el que exportábamos talento, que además ha realizado un buen papel, y ahora lo importamos”
–Los beneficiarios dejan sus centros en el extranjero. ¿Ven en la UVigo una institución en la que seguir desarrollando su carrera y sus estudios al mismo nivel?
–Han hecho una apuesta fuerte por volver a su tierra o cambiar de país y es importante que las universidades respondamos dándoles estabilidad. Muchos de ellos ya conocían la trayectoria de determinados grupos y tenían contactos aquí. Y esto es algo bueno porque es una manera de que la UVigo se vaya internacionalizando, algo que todavía es un poco nuestra asignatura pendiente. Hay aspectos que mejorar, por ejemplo, la contratación de los expertos extranjeros, que conlleva un proceso de papeleo bastante lento y farragoso. Y esto supone un lastre. Este año lo hemos sufrido en varios programas propios de captación con China e Irán.
–¿Todos los seleccionados se incorporan a grupos o pueden crear los suyos propios?
–En principio, vienen a un grupo, pero con el tiempo, si se estabilizan, podrán crear el suyo propio. E incluso ya pueden empezar a dar docencia en sus departamentos. No sé si el ministerio repetirá esta convocatoria, pero acaba de incluir la figura María Zambrano, junto con la correspondiente acreditación, entre los requisitos I3 para poder optar a una plaza de personal docente e investigador dentro del cupo del 15% para investigadores. En la UVigo vamos a tener muchas plazas en los próximos años dentro de ese 15% y podrían incorporarse de esa forma a la institución. Tendrán la posibilidad de crear sus propios grupos y dar continuidad y extensión al conocimiento adquirido en el extranjero.
–El programa supone un beneficio para las universidades pero también para Galicia, que puede aprovechar todo ese talento.
–Por supuesto. Hubo un momento en el que exportábamos talento, que además ha estado realizando un buen papel en centros extranjeros como demuestra el hecho de que el proceso de selección ha sido duro. Y ahora lo importamos. Me parece una idea estupenda y ojalá hubiese más convocatorias como ésta. Es un momento puntual, histórico, y hay que aprovechar, sin duda, estos inputs para darle un empujón a la investigación en Galicia.
–¿Esperaban recibir tantas solicitudes?
–La verdad es que no, pero también nuestros colegas de A Coruña y Santiago han tenido mucho éxito en las Zambrano. Esto demuestra que hay una comunidad de españoles por el mundo que está deseando volver. En cambio, en la convocatoria para jóvenes doctores se presentaron menos de los que esperábamos. Se cubrió pero sin lista de espera. Creo que fue debido a que es un programa novedoso y que todo fue rapidísimo. Sacamos la convocatoria en julio, lo más rápido posible, y también son fechas malas.
