En el transcurso de las labores diarias de vigilancia y control del marisqueo ilegal que realizan agentes de la unidad ejecutiva de la Policía Local de Vigo, el pasado fin de semana fueron localizados dos furtivos en sendos puntos del litoral vigués, que portaban un total de 25 kilos de marisco. Uno de los pescadores fue interceptado en la zona de Alcabre con centollas, nécoras y un lubrigante, y el otro cerca de la ETEA, en este caso con una decena de centollas.

El operativo que inició la vigilancia el pasado sábado 20 de noviembre en la zona de Alcabre, entre la playa de Carril y el Puerto Deportivo de Bouzas, se mantuvo en observación de un buceador, desde las 08:45 horas hasta las 13:20 horas, momento de su salida del agua. El hombre regresaría a la orilla por un punto mas alejado y escondido, y antes de salir, a unos 12 metros, los agentes visionaron como, pegado al muro, ocultaba algo, de ahí que al salir del agua fuese abordado por los agentes.

En ese momento llevaba pulpo, que no supone ninguna infracción, si bien tras entrar en el agua, en el punto donde se observó que dejaba algo, los policías localizaron una red con marisco, que terminó suponiendo la mayor captura hasta la fecha, consistente en 15 nécoras con un peso de 1,355 kilos, 15 centollas que alcanzaban los 16,190 kilos, y un lubrigante de 1,415 kilos, en total casi 18,96 kilos de marisco, que sería devuelto al mar.

Marisco interceptado en la zona de Bouzas. P. L:

El furtivo, un vecino de Vigo de 31 años, manifestó que no tenía la licencia para pescar encima, así que fue informado de que se daría cuenta del hecho, con propuesta de sanción mediante un informe, a la Consellería do Mar.

Mismas diligencias tuvieron que practicar al día siguiente, en otro operativo que logró recuperar diez centollas poco después del mediodía de ese domingo. Esta vez, la incautación se produjo en la playa de Areíño, en el barrio de Teis, a las 12.50 horas, momento en el que los agentes interceptaron a un pescador de 43 años, vecino de Vigo.

Las diez centollas interceptadas en la playa de Areíño, cerca de la ETEA. P. L.

El hombre salía del agua con una red de capturas en su interior, que alcanzaba un peso de 6,705 kilos. Ambas incautaciones fueron posibles gracias a la colaboración de la Cofradía de Pescadores de la ciudad olívica.