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Cardiología del Chuvi evalúa en tres días cada una de las 7.000 e-consultas que envía Primaria al año

Plantilla del Servicio de Cardiología del Chuvi, en una sesión clínica, esta semana. Marta G. Brea

Permite priorizar la atención en función de la gravedad, mientras que antes todos esperaban más de dos meses por una primera cita

Cuando el Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) dio los primeros pasos para introducir la teleconsulta, en 2013, los pacientes que acudían a su médico de familia por una sospecha de un problema cardíaco tardaban más de dos meses en ser vistos y valorados por primera vez por un cardiólogo, que hasta esa visita presencial no podía saber si se trataba de una cuestión grave que debía haber visto de forma preferente. Ocho años después, el 99% de los casos derivados por Atención Primaria entran a través de la consulta telemática y todos son evaluados en menos de tres días para darle a cada uno la prioridad necesaria.

Compartiendo esta experiencia en encuentros internacionales, la doctora Marisol Bravo Amaro se dio cuenta de que el de Vigo era uno de las pocos hospitales en los que estaba “tan bien implementada” la telemedicina en Cardiología y que esto llamaba la atención de sus colegas, interesados en aplicarla. Así que, junto al jefe del servicio, el doctor Andrés Íñiguez Romo, iniciaron un estudio para medir los resultados de esta experiencia y compartirlos.

La cardióloga cuenta que “de una forma bastante estable”, desde que el servicio puso en marcha la e-consulta, reciben una media de 7.000 al año. Salvo en 2020. “En el año de la pandemia disminuyó sensiblemente el número de solicitudes”. Fueron unos 5.250 casos, un 25% menos. La semana pasada, el cómputo total ascendía a 55.902.

La e-consulta se ha convertido en la vía de entrada de la inmensa mayoría de la demanda que llega desde los centros de salud. El profesional de Medicina de Familia les remite una descripción pormenorizada de la consulta del paciente y de la exploración física que le ha realizado, así como un electrocardiograma. Todo el servicio de Cardiología se reparte la evaluación de estos casos. Estos especialistas revisan la información aportada y, gracias a la historia clínica electrónica, pueden analizar también analíticas, radiografías, pruebas u otras posibles asistencias a pacientes, como visitas a urgencias o citas previas con Cardiología.

Con toda esa información criban a los pacientes según su gravedad y le otorgan la correspondiente prioridad en su citación. El 8% necesitan ser vistos con preferencia alta. Sin embargo, hay otro 30% que se resuelven simplemente con los datos aportados por vía telemática y sin que el paciente tenga que desplazarse hasta el hospital. “A veces se trata de determinadas alteraciones electrocardiográficas, valoraciones en alternativas terapéuticas, para lo cual solo se requerirían datos objetivos, sin que sea necesaria la estricta presencia del paciente”, explica la doctora Bravo y subraya que lo hacen “priorizando siempre su seguridad en todo momento”.

En el otro 70% de los casos se necesita que el usuario acuda al hospital para completar el diagnóstico. Y no solo se les cita para la consulta. En el mismo día también se le realizan las pruebas que el cardiólogo considera que necesita. Es lo que se llama consulta de alta resolución.

La cardióloga explica que, en todas estas primeras visitas se realiza un electrocardiograma, una historia clínica completa, la exploración física del paciente y, en más del 90%, un ecocardiograma que, de forma inocua, permite saber si tiene una cardiopatía estructural y, de ser así, en qué grado está afectado el corazón. En la mayoría de los casos, con esto es suficiente, pero si necesita más, se le cita y, si es urgente, se le hacen en el mismo día.

Cardiología testó la opinión de los profesionales de los centros de salud sobre la teleconsulta con una encuesta con “resultados muy buenos”, según explica la doctora Bravo. “No tengo ninguna duda de que tanto por parte de los médicos de Atención Primaria como de los cardiólogos no volveríamos al sistema convencional”, sostiene y añade: “Lo que es más importante es trabajar en planes de continuidad asistencial y en procesos asistenciales”.

Los doctores Andrés Íñiguez y Marisol Bravo, con un ordenador para acceder a las teleconsultas. MARTA G. BREA

La teleconsulta con los centros de salud no es la única telemedicina que practican en el servicio. A través de la plataforma de teleasistencia domiciliaria del Sergas, Telea, controlan la evolución de ciertos parámetros de un centenar de pacientes en rehabilitación cardíaca y de 60 de insuficiencia cardíaca al año. Además, hay enfermos que portan dispositivos para tratar sus arritmias y que tienen un sistema de seguimiento remoto que emite alertas cuando surgen problemas y evitan muchos desplazamientos al hospital. El año pasado, la Unidad de Arritmias controló así a 2.288 personas a distancia.

La doctora Bravo destaca que estos avances logrados gracias a la teleconsulta han sido posibles por el trabajo en equipo de todos los especialistas en Cardiología del área, personal de Secretaría y Enfermería del servicio, así como los equipos de Atención. “Se han ido dando pasos pequeños en los últimos años y solo ahora, que vemos hacia otras comunidades sin este recurso y tras una pandemia, nos damos cuenta de que fueron pasos gigantescos”.

Los doctores Andrés Íñiguez y Marisol Bravo | Marta G. Brea

Nueva alianza con los centros de salud para la rehabilitación cardíaca 

El Servicio de Cardiología del Chuvi y Atención Primaria quiere ampliar sus ámbitos de colaboración. Sobre la mesa está un plan de continuidad asistencial entre los centros de salud y la Unidad de Rehabilitación Cardíaca, que coordina la doctora Marisol Bravo. Buscan coordinarse para atender a los pacientes que han pasado por un síndrome coronario agudo –como puede ser un infarto–, por una angioplastia coronaria –procedimiento para abrir vasos ocluidos en el corazón– o una cirugía de revascularización coronaria –crear una nueva ruta para la sangre que evite un bloqueo en el corazón–.

La cardióloga explica que el objetivo es trabajar “de forma homogénea y concatenada, evitando duplicidades o lagunas en el seguimiento”. Pretenden “reducir o hasta eliminar la variabilidad interpersonal en el abordaje de problemas clínicos”. “Supondrá eliminar visitas y desplazamientos del paciente que no aportan valor como para pedir una analítica –que se hará por protocolo– o como para recibir su resultado”. En cambio, añadirán otras como citas de seguimiento de deshabituación tabáquica, educación sanitaria del paciente y la familia, optimización de factores de riesgo o planificación del ejercicio.

Primer congreso de Cardiología y Medicina de Familia 

Otro de los pasos en esa alianza entre Cardiología del Chuvi, su unidad de Rehabilitación Cardíaca y Atención Primaria es la celebración de un primer encuentro científico. Se trabaja ya en su organización. “Será un encuentro muy interesante, donde se compartirán los frutos de un arduo trabajo que nos queda por delante”, explica la doctora Marisol Bravo. El evento se celebrará en el primer trimestre del próximo año.

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