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Los vigueses adelantan sus compras navideñas por miedo al desabastecimiento de productos

Una mujer observa el escaparate del comercio vigués Pipa y Mima, en Velázquez Moreno. Pablo Hernández

La primera semana de noviembre aún no ha acabado pero no es raro ver desde hace varias semanas los pasillos de la sección de juguetes, o tecnología, con más movimiento de lo normal por estas fechas. Y es que en ciudades como Vigo las compras se han adelantado. Lo han hecho de manera un tanto inusual que ha llamado la atención de los regentes de los establecimientos que miran con optimismo un arranque de campaña prematuro, inesperado pero muy bienvenido. “No podemos hablar de recuperación pero sí del buen ánimo de la gente que tiene ganas de comprar y gastar los ahorros, para pasar la Navidad que no pudo el año pasado”, explica Anxo Méndez, gerente de la Federación Vigo Comercio.

Muchos de los establecimientos que encuentran en esta época un soplo de aire fresco en cuanto a ventas, están experimentando un movimiento similar al que vivirían en pleno diciembre.

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La coyuntura que acompaña a esta campaña festiva está fomentando que se acelere la adquisición de regalos, artículos de decoración, tecnología, e incluso alimentación. La sombra del posible desabastecimiento que está provocando no solo la escasez de algunos productos, debido a la crisis del transporte marítimo y terrestre, sino también al alza de los mismos, por esa misma carestía y por la subida meteórica que están sufriendo muchas materias primas.

“De maravilla”

Hasta el más rezagado, ese cliente de última hora que compra minutos antes de regalar; esta vez, ha decidido adelantarse a “lo que pueda pasar”, y adquirir sus presentes mucho antes de lo que tenía pensado. Un reflejo de esta realidad son las ventas anticipadas que está experimentando el pequeño comercio vigués. Es el caso de la tienda de decoración Pipa y Mima, que este año ha decidido adelantar un mes la exposición de su espectacular escaparate navideño y la respuesta no ha podido ser más positiva. “Normalmente montábamos los expositores de Navidad después de Halloween, pero este año lo hemos hecho a primeros de octubre y desde el primer día la gente empezó a comprar. A día de hoy estamos vendiendo de maravilla. La tienda está llena”, afirman desde Pipa y Mima. Los artículos de decoración siempre son un reclamo cuando se acercan estas fechas, pero, sobre todo, las bolas, colgantes y elfos son “los que, con diferencia, más se venden”. Muchos de los establecimientos que encuentran en esta época un soplo de aire fresco en cuanto a ventas, están experimentando un movimiento similar al que vivirían en pleno diciembre.

Sin embargo, las campañas temporales se convierten en un escenario competitivo que ya son todo un clásico: la gran superficie contra el pequeño comercio. “Se acerca el Black Friday, que siempre favorece a los centros comerciales, pero creemos que en esta ocasión, los vigueses se están animando a comprar mucho en las tiendas de barrio, sobre todo, por que son más conscientes de lo mal que lo hemos pasado”, añade Méndez. Mientras, los olívicos hacen sus cávalas y su lista de regalos a los Reyes Magos ante la crónica de la posible carestía anunciada, si, como se pronostica, la crisis del transporte, continúa.

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