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Virus gástricos y respiratorios obligan a atender 199 niños en las Urgencias de Vigo en un día

El servicio recibió el pasado lunes a 199 menores, el máximo en lo que va de 2021 | Las bronquiolitis ocasionan el 25% de los ingresos de niños estos días en el Cunqueiro

La pediatra María Carballo, en urgencias pediátricas del Cunqueiro Marta G. Brea

Las urgencias pediátricas del Álvaro Cunqueiro atendieron el pasado domingo a 188 niños y, al día siguiente, 199. Eran cifras a las que se llegaba en las épocas del año con una mayor demanda asistencial, pero que con la pandemia habían desaparecido. Tanto es así, que representa el mayor pico de casos de todo el año.

Detrás de este aumento de la demanda en las últimas dos semanas están, principalmente, los virus gastrointestinales y los respiratorios, con una importante presencia de bronquiolitis, que ya supone una cuarta parte de los ingresos en planta.

La pediatra María Carballo explica que está habiendo una ola de infecciones gastrointestinales, pero no mayor que en otras temporadas prepandémicas. “El año pasado fue muy atípico y nos hemos olvidado un poco de estas cosas”, explica. Detrás de ellas, “casi siempre” hay virus: rotavirus, astrovirus y adenovirus. Sus manifestaciones son las mismas y los tratamientos también, por lo que no tiene utilidad hacer cultivos para identificar cuál es en concreto el que está alertando a las familias en los últimos días.

La doctora Carballo explica que, generalmente, su clínica es autolimitada y cursa con diarrea, deposiciones líquidas, vómitos y fiebre. Es más frecuente y potencialmente más peligroso en menores de dos años. El tratamiento consiste en restaurar y mantener el estado electrolítico y de nutrición con soluciones de rehidratación oral. La pediatra explica que su uso permite el manejo del niño en el domicilio, reduciendo las visitas al centro de salud o al hospital. Y, al contrario de lo que se solía hacer por sabiduría popular, una vez rehidratado, recomiendan reintroducir la alimentación sin restricciones de forma temprana. “Las dietas son bajas en calorías y no las recomendamos”, advierte.

Eso sí, hay que acudir a urgencias si hay vómitos continuos o sin necesidad de ingerir alimento o si tienen sangre o un color verdoso o el niño está adormilado, con los ojos hundidos y alto de lágrima o ante deposiciones muy abundantes y líquidas.

Bronquiolitis

Las infecciones gastrointestinales y las respiratorias pugnan en los últimos días por ser las más numerosas. Pero en urgencias pediátricas del Cunqueiro, las que más preocupan son las bronquiolitis. Las está causando el virus respiratorio sincitial (VRS). Es la infección del tracto respiratorio superior más frecuente en el lactante –menor de dos años– y suele ocasionar una alta demanda tanto en Primaria como en el hospital. Por supuesto, en Urgencias, pero también en planta e incluso en UCI. La más grave es en menores de un mes o en niños con comorbilidades.

Lo habitual es que fuera la antesala de la gripe en los adultos, a finales de octubre y principios de noviembre, con un pico en enero. Pero el SARS-CoV-2 ha desbaratado el calendario tradicional de virus. Así, este verano, con la relajación de las medidas, ya hubo un pico de bronquiolitis a finales de verano.

La doctora Carballo confirma que “ya está provocando muchos ingresos”. Ayer había siete niños en planta del Álvaro Cunqueiro con este diagnóstico. Todos son menores de dos años y, la mayoría no llega a los doce meses. Son el 25% de los hospitalizados en Pediatría del Chuvi en la actualidad.

Para evitar ambos tipos de infecciones, es importantísima la higiene de manos, además de una correcta nutrición. La lactancia materna también contribuye.

Ola gastrointestinal

1 ¿A qué se deben estas infecciones?

- Son principalmente víricas: por rotavirus, adenovirus o astrovirus.

2 ¿Qué hacer ante síntomas?

- Dar soluciones de rehidratación oral y, una vez logrado, reintroducir sin restricciones la alimentación.

3 ¿Cuándo acudir a urgencias?

- Si hay vómitos continuos, sin ingerir nada o con sangre o verdosos. Si el niño tiene ojos hundidos, falta de lágrima o está adormilado. O si las deposiciones son muy abundantes y líquidas.

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