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El éxito “pirata” de un vigués en el Caribe

Luis Reynoso emigró en los 60 y erigió un emporio enntre Bahamas y Cancún

Imagen de los galeones que Luis Reinoso llevó desde España hasta las Bahamas en los 80. CEDIDA

Hace tiempo que Cancún es uno de los destinos turísticos más populares del Caribe y lo es en parte gracias a el trabajo y la visión de personas como el vigués Luis Reynoso, que a principios de los 90 apostó por esta costa mexicana como epicentro de su negocio.

Desde hace 25 años han sido miles y miles los turistas de cualquier parte del mundo que se han subido a uno de los tres galeones del Capitán Hook para disfrutar de un espectáculo pirata con cena a bordo. Y muchos de ellos, vigueses, lo han hecho sin saber que detrás de este éxito se encontraba un vecino de Vigo, que un día emigró a América para buscar aventura, nuevas experiencias y prosperidad económica. Y la encontró.

“Todo lo que soñó mi papá empezó en el Arenal de Vigo. Allí su familia tenía una pensión y un restaurante”, explica Natascha Reynoso, la hija mayor del empresario vigués, fallecido este verano en Cancún.

Luis Reynoso nació en Vigo en 1937 y aquí pasó su juventud, entre el bar-restaurante Atlántico que tenían sus padres en la calle Areal y la aldea de la familia en Punxín.

El empresario vigués Luis Reynoso

Montreal, primera parada

Como tantos otros en la época dejó su tierra para buscar un futuro mejor y en un primer momento recaló en Montreal, en 1963, donde ya tenía un hermano. Según explica su hija, allí comenzó a trabajar como mesero (camarero) y era uno de los que atendían las mesas en la boda de Elizabeth Taylor y Richard Burton en 1964. “En Montreal encontró a unos italianos que planeaban ir a Bermudas y se fue con ellos”, indica su hija.

El “Rey de las Bahamas”

En 1965 llegó a Paradise Island, en las Bahamas, donde comenzó realmente su ascenso en el sector de la restauración y turismo del Caribe, un ascenso que le valió el apelativo de Rey de las Bahamas. Comenzó como director de alimentos y bebidas en el hotel Sonesta Beach, al tiempo que era jugador del equipo nacional de fútbol de Bahamas. En 1973 le ofrecieron un puesto en otro hotel de la isla de Freeport , donde pasaría ocho años. Así fue subiendo de categoría en los hoteles que regentaba hasta que en 1981 se hizo con la gerencia del Brittania Towers, en la capital, Nassau.

El Brittania era uno de los más grandes complejos turísticos en el Caribe. Con varios hoteles, restaurantes, campo de golf y un casino. “Allí tuvo la oportunidad de pasar tiempo con mucha gente famosa como Julio Iglesias, el Cordobés, y hasta fue un invitado en una comida con la Reina Elizabeth de Inglaterra durante su visita en 1985” indica Natascha Reynoso. Y a finales de ese 1985 el primer ministro de las Bahamas le pidió que regresara a Freeport para encargarse de la reconstrucción del Lucayan Beach Hotel y Casino. Esta propiedad fue destruida por un incendio varios años antes. Un año después, el Lucayan renacía y con la apertura de ese hotel creció una área turística en Freeport/Lucaya con tiendas, hoteles, un club de yates, restaurantes y casino.

Luis Reynoso

En esa época también puso en marcha el primer crucero diario que comunicaba Freeport con Florida, al que bautizó con el nombre de Discovery. “Era algo diferente para la gente de Bahamas. Tenía casino dentro porque los casinos de Bahamas solo eran para turistas, pero ahí sí que podían jugar”, explica la hija mayor del empresario vigués. Además, “a los bahameños les gustaba mucho ir a Miami a comprar y en el barco podían traer más cosas que en el avión”, añade.

En 1987 compró su propio hotel, el Pilot House, en Nassau. Pero Luis Reynoso tenía un sueño en la cabeza, una nueva aventura turística que consistiría en traer tres galeones desde España para convertirlos en el epicentro de un negocio recreativo de temática pirata. “Hay muchas historia de piratas en las islas y eso le fue dando muchas ideas de lo que quería hacer”, detalla Natascha Reynoso.

En 1995 los galeones cruzaron el Caribe y llegaron a Cancún, donde siguen hoy

Aunque los comienzos de esta nueva empresa, llamada Galleon Club, no fueron fáciles, en Nassau fue creciendo con un tour diario a la isla Discovery (hoy Balmoral). El viaje incluía espectáculo, cena y discoteca a bordo y llegó a alcanzar gran éxito allí durante unos seis años. Con la supuesta apertura de Cuba para los americanos, anunciada por Clinton, Reynoso se lanzó con sus galeones a La Habana y allí estuvieron entre 1993 y 1995, pero la apertura no fue tal y este emprendedor supo cambiar el rumbo hacia Cancún, donde pensaba que había posibilidad de negocio. Y acertó. “El sabía que las Bahamas dejarían de tener la atracción turística de los años 50 y 80. No sé cómo lo sabía, pero sabía lo que iba a venir”. Explica Natascha.

"Hoy en día es un show muy profesional y la gente sale de allí muy impresionada”

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En 1995 los galeones cruzaron el Caribe y llegaron a Cancún, donde siguen a día de hoy entreteniendo a los turistas bajo el nombre de Capitán Hook. “El éxito de los galeones fue un sueño de mi padre. Hoy en día es un show muy profesional y la gente sale de allí muy impresionada”, relata la hija del empresario.

Entrevista a Luis Reynoso en 1988:

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