Frío, lluvia, hojas por las aceras... y ese olor inconfundible a castañas asadas. El otoño en Galicia no empieza hasta comprarse el primer cucurucho de castañas del año. Es época de magostos en la ciudad y sus calles se llenan de los típicos puestos de venta de este fruto seco. Lo tradicional es que la cosecha llegue a las tiendas más cerca de noviembre que de septiembre pero hace ya semanas que en las fruterías de Vigo se pueden comprar estos polifacéticos frutos.

Según ha detallado el Concello, los puestos de castañas funcionarán desde el 11 de octubre hasta el 9 de enero, así que la Navidad viguesa se combinará con el clásico aroma de las castañas. Este año serán casi una veintena los puestos que se desplegarán por toda la urbe, desde Travesía de Vigo hasta Navia, sin olvidar el tren de castañas con más solera, ubicado junto a la Farola de Urzáiz y que regenta desde hace 34 años Elsa Esther Ramos: “Yo vendo castaña seleccionada. Es castaña con garantía y si te sale una mala, te doy tres más".