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Las músicas llegan para quedarse

La cantera musical viguesa derrocha talento y lucha por la igualdad: “Si no existe el respeto por los demás y por su forma de expresarse, esto no va a evolucionar”

La artista Wöyza en el estudio Plantasónica

Que existen sectores en los que las mujeres deben esforzarse más por estar en lo más alto no es ningún misterio, y que eso está, poco a poco, cambiando, tampoco. Y el mundo de la música no es una excepción, ya que el número de cantautores y compositores sigue multiplicando al de sus compañeras. Sin embargo, cada vez existe una mayor concienciación frente a esto, y las normas establecidas se van difuminando. Muestra de ello son las artistas Wöyza y BabyKatze, que se plantan en el escenario musical vigués para seguir rompiendo los moldes y demostrar que la diversidad no es negativa.

La artista BabyKatze, imagen promocional.

Moaña, Vigo y Uruguay

Sofía Trigo, más conocida como Wöyza, nació en Moaña, pero al año de vida se mudó a Vigo. La casualidad es que ahora vive en el pueblo moañés. Como dos raíces eran pocas, su madre es uruguaya, por lo que la viguesa se considera “de la ría, soy muy atlántica”.

Con 20 años de carrera a la espalda, Wöyza acumula éxitos sin límite, explotando estilos como el hip-hop, soul y góspel. Este año ha lanzado dos singles como preámbulo de su nuevo disco: “Ya no estás” y “Cómo sería”, esta última en colaboración con el conocido rapero Nach. Por su parte, “Ya no estás” habla de la pérdida, tan presente en el año de la pandemia. “Este disco va más enfocado a los valores intrínsecos del ser humano. Quizá sea humanista”, explica.

Wöyza conoce de primera mano el funcionamiento y las escalas internas de esta industria: “Como mujer y artista independiente, estoy cansada. Cuando vamos mi dj (que es una mujer), la bailarina, el otro bailarín y yo le preguntan todo a él, aunque sea el más joven y con menos experiencia”, relata. “Es una falta de respeto y de humanidad que alguien se te quiera imponer por el simple hecho de ser hombre”. En la misma línea, la artista confía en que las nuevas generaciones están haciendo cosas para cambiar. “Se están uniendo, hay menos sentimiento de competitividad y más de sororidad”.

Cruzar el charco

Babykatze significa “gatito” en alemán, y la argentina Lu es una enamorada de estos felinos, “tanto visual como conceptualmente”. La artista empezó a tocar la guitarra a los 16 años, la batería a los 19 y la producción musical a los 22. “Todo fue experimentación, y así descubrí lo que me iba gustando. Yo digo que mi estilo es música electrónica, que engloba todo”.

Su estilo, estrafalario y extravagante es para ella la forma de expresarse y comunicarse con el mundo. “Me gusta el maquillaje, las fantasías, el anime y lo divergente. Es lo que más me divierte”, reconoce. “Y, aunque no tenga nada que ver conmigo, mi mayor influencia es Gilda”.

Para ella, hablar del concepto de hombre o mujer es algo anticuado. “Estamos en un nivel siguiente, y hay género no binario, transgénero… Lo que mola es el respeto, por todos”, declara la artista. “Pienso que tiene que haber un cambio en la sociedad en general y, como esto no es de golpe, cuesta”.

WÖYZA & THE GALICIAN MESSENGERS


La música en gallego está viviendo un renacer sin igual en la ciudad (y en la comunidad), y Wöyza lo sabe: “Cuando yo hice “Tempos de muller” en 2007 había dos cosillas en nuestra lengua, muy poco. Encontrar música actual en gallego era muy complicado”. Sin embargo, se lanzó a la piscina y consiguió un millón de descargas, demostrando que el idioma no es un impedimento para la música. “Era mostrar cómo una canción en gallego, con un sentimiento del matriarcado de nuestra tierra, se podía exportar a otras culturas”, recuerda. “Ahora hay mucha más variedad y confianza para hacer canciones en gallego. Estos dos últimos años ha triunfado”. Tanto le ilusionó sacar un tema en gallego que, este 2021, lanzará su proyecto Wöyza and the Galician Messengers, con el que sacará canciones en el idioma galaico.

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