No solo los cruceros están de regreso tras el veto impuesto por la crisis sanitaria. También los buques escuela han soltado amarras y comienzan a programar viajes de estudio después de un verano en el que empezaron a despertar de su letargo. El primero en llegar a Vigo es la goleta sueca Älva, un clásico en la ciudad desde hace más de una década cada mes de octubre, como puerto de escala de su viaje de estudios en los que participan alrededor de 30 jóvenes de nacionalidad sueca pertenecientes al Instituto Marino de Estocolmo y que arribó ayer con varios días de retraso debido al mal tiempo en su ruta desde el puerto sueco de Malmö.

A bordo de esta histórica embarcación de 52 metros de eslora que nació en 1939 como mercante para cubrir travesías entre puertos del Báltico, viajan 44 personas entre alumnos, profesores y tripulantes que no podrán disfrutar mucho de su visita a Vigo ya que tienen previsto reanudar su singladura en la mañana de hoy con Las Palmas como próximo destino.

El retraso acumulado así lo exige, pero el Älva no quiso pasar de largo de Vigo. Como siempre que nos visita, el Älva luce en uno de sus palos las banderas de Galicia y Vigo donadas en su día respectivamente por Kristina Berg, esposa del escritor Carlos Casares, y la de la ciudad, por el alcalde Abel Caballero. Por otra parte, desde la Fundación Traslatio se anuncia las visitas de otros dos buques-escuela en las próximas semanas: el británico Pelican of London y el alemán Alexander von Humboldt 2.