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El tráfico de contenedores apunta a máximo histórico: más de 2,7 millones de toneladas

Cuádruple escala de portacontenedores en la terminal de Guixar; al fondo, el monte de A Guía. | // PABLO GONZÁLEZ

Termavi y Autoridad Portuaria solicitan más espacio para evitar saturación: “Estamos muy ajustados”

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Los datos auguran más noticias positivas para el puerto de Vigo en el tráfico de mercancía en contenedores manipulados con grúa (lo-lo). Si se toma como referencia el periodo de los ocho primeros meses de este año, las previsiones dibujan una sonrisa de oreja a oreja al sector: la cifra se incrementó un 10%. Extrapolar esta evolución al resto del ejercicio se traduce en un dato de récord: más de 2,7 millones de toneladas en la terminal pública Termavi (Terminales Marítimas Viguesas). Es el claro reflejo de que la economía vuelve a sacar músculo en pleno proceso de recuperación tras los golpes asestados por la pandemia del COVID.

Si se confirma la proyección, se lograría reforzar la creciente importancia del tráfico de este tipo en la ciudad olívica. Y es que, considerando como etapa de análisis el siglo XXI, el guarismo ha engordado considerablemente desde el año 2001, ejercicio en el que se registraron 903.683 toneladas –532.460 de carga y 371.224 de descarga–: en 2020, se alcanzaron 2.490.315 toneladas –récord actual: 1.253.865 de carga y 1.236.450 de descarga–. La mercancía manipulada en contenedor con grúa supuso un 57,4% del tráfico total de mercancías del puerto en el año 2020 –fue de 4.336.978 toneladas–. Es decir, por modo de presentación y manipulación, es el más relevante.

Se registró un primer periodo de seis años muy positivo, en el cual el volumen se incrementó un 120%: pasó de 903.683 toneladas en 2001 a 1.989.478 toneladas en 2007, una media de incremento anual superior al 14%. Posteriormente, los datos muestran la crisis económica en 2008 y 2009 con un descenso de un 14,8%, reduciéndose las toneladas en 2009 a 1.695.402. En los siguientes seis ejercicios, se recuperaron los tráficos, con una media de incremento anual del 5,3% hasta llegar al 2015 con 2.310.650 toneladas.

Fue en el año 2016 cuando la naviera Maersk tomó la decisión de trasladar parte de sus cargas al puerto de Marín. La caída contundente de los tráficos que se pronosticó en un principio no llegó a producirse: se registró un periodo de cuatro años con unos volúmenes medianamente estables. En 2020, a pesar de la pandemia del coronavirus, que azota a todo el mundo, se produce un nuevo incremento considerable de tráficos, con un aumento de casi un 11%, sacudida de la que resulta el récord histórico de 2.490.315 toneladas.

El análisis de la evolución en función del TEU (unidad equivalente a un contenedor de 20 pies; TEU: Twenty-foot Equivalent Unit) refleja un camino similar al ya descrito en base a las toneladas: se ha mantenido en la misma línea, con un considerable incremento en 2020 del 12,3%. El cálculo al cierre de 2021 también es muy favorable en este aspecto: se esperan alcanzar, aproximadamente, los 220.000 TEU. La previsión para los próximos años es al alza. Suponiendo un incremento medio anual del 5%, se llegaría en 2025 a un volumen de más de 260.000 TEU.

Si se realiza un desglose por el tipo de mercancía que se manipula en estos contenedores, destaca con diferencia el tráfico de pesca congelada, que supone más del doble en toneladas que la segunda mercancía, el granito elaborado.

La Autoridad Portuaria cree necesario que, en paralelo a este crecimiento de TEU, se ponga el foco en la importancia de contar con la superficie de manipulación necesaria para asumir estos incrementos. “Del contrario, se producirían congestiones y saturación en la terminal, con la consiguiente bajada de rendimientos y calidad en el servicio, aspectos que las navieras de contenedores tienen constantemente en cuenta para cambiar a otro puerto y optimizar su cadena logística”, indica la entidad.

El Puerto apunta que, en estos momentos, “se están produciendo pequeñas situaciones de saturación, por lo que la Autoridad Portuaria tendrá que optimizar todavía más los espacios del área portuaria de la terminal, así como el entorno de la misma, para poder dar un servicio adecuado al modo de manipulación por excelencia del puerto de Vigo”. “La Plisan, con la implantación de empresas, generará nuevas demandas de proveedores y expedición de productos terminados”, apostilla.

Misma reflexión aportan fuentes de Termavi, que indican la necesidad de espacio para poder dar una respuesta adecuada a la industria. “En un contexto con los fletes disparados, la economía en proceso de recuperación y la falta de posicionamiento de equipo, que sigamos creciendo mes a mes es realmente sorprendente. Hay que hacer frente al aumento de tráfico importante que se prevé; debemos prepararnos. Actualmente, estamos muy ajustados: hubo meses en 2021 con tensión notable en la terminal, lo que supone que el nivel del servicio baja. La disponibilidad de superficie marca la diferencia”, añaden.

Paso adelante para dotar a la Plisan de apartadero ferroviario

La Xunta inició el trámite ambiental para dotar de un apartadero ferroviario a la plataforma logístico-industrial de Salvaterra-As Neves (Plisan), que permitirá completar la intermodalidad del parque empresarial. Contará con enlace directo a la línea Monforte-Ourense-Vigo en dos puntos ya autorizados por Adif y permitirá la intermodalidad ferrocarril-carretera-mar.

El área intermodal estará conectada con la autovía A-52 de las Rías Baixas a través de la conexión de la misma con la Plisan, ya construida por la Xunta y en servicio. Al mismo tiempo, el ferrocarril conectará la plataforma con el puerto de Vigo para el transporte marítimo.

La terminal contará con vías para recepción, clasificación y expedición de mercancías; plataforma de almacenamiento y vías para contenedores; campa para automóviles; vías de estacionamiento de locomotoras; y cargadores ferroviarios.

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