Dicen que a la tercera va la vencida y al refranero tocará agarrarse. El ocio nocturno de la ciudad vuelve a abrir sus puertas en pandemia, siendo esta la segunda vez este verano. El DOG que rebajaba a Vigo al nivel medio cogía por sorpresa en la tarde del viernes a un sector que quedó herido de muerte el pasado 21 de julio, especialmente tras la necesidad del pasaporte COVID para entrar en los locales.
En pleno fin de semana, pocos han sido los que han tenido tiempo a reaccionar. El Sapphire, en pleno centro de la ciudad, decidió abrir este sábado -aunque la medida está en vigor desde la medianoche de ayer- ante la gran demanda: "Volvemos por la presión del público, que está muy apegado".
Un madrugón para dejar todo el local listo y tener la mercancía aún de la última ocasión hicieron el resto para que esta medianoche y hasta las 3 de la mañana vuelvan a la pista.
Adrián Castro habla con esperanza ante la tercera "nueva normalidad" a la que se someterán, esperando que sea la última vez que las rejas no se vuelvan a bajar durante las noches. "No nos pueden volver a hacer esto porque nos mata". El gerente del local coincide con el diagnóstico de otros hosteleros, que señalaron que "deberíamos coger más personal pero no lo tenemos preparado de un día para otro".
Castro, que estará con otras 3 compañeras esta noche en el local -normalmente serían dos pero han duplicado el personal para reforzar los protocolos- señala que tienen un aforo de 78 personas actualmente, aunque ellos prefieren rebajarlo a 60 para una mayor comodidad de los asistentes aunque "vaya contra la lógica del negocio".
"No nos pueden volver a hacer esto porque nos mata. No se dan cuenta del daño que nos hace tener que abrir y cerrar de un día para otro"
Ante un escenario en el que la vacunación avanza a velocidad de crucero, incluso entre los más jóvenes, desde el sector recalcan que "no se dan cuenta del año que nos hace tener que abrir o cerrar de un día para otro", por lo que piden que no se vuelva a decretar este tipo de medidas y se apueste solo por los aforos.
El pasado 21 de julio, los trabajadores del mismo no regresaron al ERTE, conscientes de que la situación podría mejorar en unas semanas. Esa "confianza" resulta hoy clave para poder abrir en tiempo récord.
