El Concello de Vigo ingresará este año exactamente 70.328.701,88 euros por el Impuesto de Bienes Muebles (IBI), una tasa que tienen la obligación de pagar todos los propietarios del término municipal. Esta cantidad es muy similar a la recaudada el año anterior –cuando fueron 70.382.902 euros– pese a que el número de bienes inscritos se incrementó en 1.000 respecto a los del año 2020.

La explicación a por qué no sube la recaudación municipal con un millar de propiedades extras tributando hay que buscarla en distintas exenciones y bajas del catastro como es el caso de la Universidad de Vigo, que desde este año no paga el IBI por sentencia judicial, lo que supone que el Concello deja de ingresar unos 600.000 euros por este concepto.

En total, los padrones fiscales del impuesto sobre bienes inmuebles de naturaleza urbana, de características especiales -llamados bices- como los embalses, o los bienes de naturaleza rústica de 2021 constan de 214.481 inscripciones, frente a las 213.481 que había en 2020.

Según explican fuentes municipales el tipo impositivo municipal tampoco sufrió variaciones este año y se aplican los aprobados por acuerdo plenario del 4 de septiembre de 2019. A los bienes de naturaleza urbana se le aplica el 0,91%; a los bienes de características especiales, el 0,873% y a los de naturaleza rústica, el 0,677%. Hay que tener en cuenta que los bices, en Vigo incluyen los ámbitos portuarios, aeroportuarios, embalse de Zamáns y tramos de las autopistas.

Por tipo de inmuebles, los más numerosos y los que más dinero general en la recaudación del IBI son los de naturaleza urbana, con un total de 212.704 unidades –1.001 más que año anterior– y 67.737.207 euros recaudados, lo que supone una rebaja de 109.658 euros. En este importe recaudado ya se han descontado algo más de 125.739 euros por bonificaciones.

Los 760 bienes de características especiales, por su parte, suponen apenas cuatro más que el año anterior pero 55.509 euros de subida en la recaudación, hasta registrar un total de 2.575.561 euros de ingresos. Las bonificaciones en este caso ascendieron a 335.5514 euros.

Por último, destaca el descenso en las cantidades de los bienes de naturaleza rústica. Así, las unidades que tributan bajaron en cinco hasta las 1.017, con un valor catastral un 0,25% inferior y un total de 15.933 euros pagados, 52 menos. Las bonificaciones deducidas en este caso fueron de 1.477 euros.

Movimientos en el catastro

Junto a la gestión tributaria que tiene que llevar a cabo el Concello, el IBI tiene una gestión catastral a cargo del Estado. Según explican fuentes municipales, en muchos casos los contribuyentes intentan utilizar los procedimientos catastrales para rebajar su factura. Pasa, sobre todo, en las concesiones administrativas (intentando imputar más suelo público que privado) o en relación con determinadas construcciones (sobre todo galpones, garajes, construcciones auxiliares) o en espacios de uso público (zonas comunes de urbanizaciones, galerías comerciales). Eso supone que el catastro modifique los valores o suspenda temporalmente los recibos, con lo que no llega la información al Concello y no consta como un recibo. Esta circunstancia, unida a la merma de ingresos que supone la exención de la Universidad, equilibra las cifras de ingresos en los dos últimos años pese a ganar un millar de inmuebles.

Un total de 336 familias bonificadas

Familias numerosas, centros docentes, fundaciones, viviendas de protección oficial, incluso empresas de promoción inmobiliaria o construcción. Son numerosos los casos recogidos por el Concello de Vigo para poder solicitar un exención en el IBI. En el caso de las familias numerosas, este año se recibieron un total de 409 solicitudes de las que fueron finalmente bonificadas 336, el 82%. Un total de 238 obtuvieron la bonificación del 90% y 98 pagaron la mitad. La mayor parte de las denegadas lo fueron por superar los ingresos.