Aplauden que se quiera dar vida a la nave de la conservera: “Es un gran logro”
Una tremenda alegría. Un grandísimo logro. Es un orgullo. Son algunas de las reflexiones que emanan de los expertos al ser preguntados por el plan del Concello de Vigo para la antigua fábrica conservera de Alfageme, actualmente, sin uso: de la mano del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), que se prevé aprobar de forma inicial a finales de este mes, el gobierno local contempla darle una segunda vida al complejo en un gran espacio ciudadano de uso colectivo complementado con un proyecto residencial. El objetivo: rehabilitar una de las insignias de la industria olívica para ponerla en valor y dinamizar el ámbito.
“El uso residencial complementa la protección del patrimonio”
Iria Sobrino, arquitecta experta en urbanismo, suma más de veinte años vinculada al estudio y la defensa del patrimonio industrial. Asegura que la intención de recuperar Alfageme la contenta sobremanera: supone un guiño del PXOM a la conservación de las joyas históricas de la urbe. “Es uno de los grandísimos logros que le pedíamos al PXOM: que incorpore el patrimonio industrial como un valor. Es una nueva visión del urbanismo. Mi enhorabuena al Concello por este paso”, señala antes de valorar muy positivamente que vaya a generarse vivienda protegida, puesto que “asegura que no solo haya propiedades de lujo para unos pocos”.
“Lo residencial complementa la protección del patrimonio, la mezcla de gentes de tipos distintos enriquece y hace ciudad, genera tejido de ciudad. Que se dedique a espacio ciudadano es maravilloso, pero necesitamos un buen plan de usos para que funcione y ofrezca lo que los ciudadanos necesitan y, así, se llene de gente. El riesgo de la protección del patrimonio industrial está en que sus elementos se queden vacíos y pensemos que no lo hemos hecho bien. Esperamos que se elabore un buen proyecto que rinda homenaje al espacio”, indica.
Con el PXOM a las puertas de su aprobación inicial, Sobrino apunta la importancia de que el antiguo hogar de la conservera no sea “la única pieza” de la red de patrimonio industrial de Vigo que se incluye para su rehabilitación. “Tras La Panificadora, La Artística y la antigua nave de Barreras son las siguientes. No queremos que las actuaciones se queden en Alfageme. Esperemos que la presentación del PXOM nos traiga alguna sorpresa más en protección, que haga un guiño a la identidad del tejido industrial de Vigo. Es importante que sus elementos estén en uso”, añade.
“Es clave que el proyecto respete la arquitectura existente”
Manuel Martínez Carazo, presidente de la delegación de Vigo del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), destaca que, a pesar de no conocer los detalles de la propuesta, “son buenas noticias”. Eso sí: deja claro que es “fundamental” que el proyecto de recuperación “no sea solo de la fachada, sino de todo el conjunto arquitectónico: el espacio y estructura de las naves y también la cubierta, así como la vegetación y los espacios exteriores más significativos”, y ponga en valor “este increíble ejemplo de arquitectura industrial, que es un símbolo de Vigo y de uno de sus arquitectos más destacados, Manuel Gómez Román”. “No puede volver a suceder lo que pasó en La Metalúrgica. Es muy importante que los nuevos usos y edificaciones que se pudieran hacer sean respetuosos con la arquitectura existente”, detalla.
Martínez Carazo resalta la “responsabilidad como sociedad” de “conservar el patrimonio tanto histórico como contemporáneo que tiene la urbe”. Por ello, apunta la necesidad de ampliar la rehabilitación a las fábricas de Álvarez, la ETEA, La Artística o La Panificadora –para esta última, ya existe un plan de Concello y Zona Franca para insuflarle vida–.
“Es el monumento de la industria conservera más importante de todo el mundo”
El presidente de la Asociación Galega do Patrimonio Industrial Buxa, Manuel Lara, también aplaude con fuerza la intención del Concello de recuperar el espacio que ocupa la fábrica de Alfageme. Defiende que es “el monumento de la industria de la conserva más importante del mundo”. “Es un complejo con unas características arquitectónicas singulares, hecho con mimo. Es una muestra del poderío de esta industria en su momento. Esperemos que la intervención sea respetuosa en términos de arquitectura y no se levanten grandes edificios cerca, le quitarían luz”, destaca, a la vez que pone el acento en el material que compone su huella dactilar: el granito.
“Es una tremenda alegría que, por fin, podamos salvar un monumento de la industria de la transformación de la pesca. Agradecemos al Concello la iniciativa. Tenemos arquitectos en la tierra capaces de hacer algo respetuoso y con criterio en Alfageme”, indica tras exponer que la entidad a la que representa considera que, de todos modos, “la mejor manera de preservar el patrimonio cultural es dándole una utilidad actual” y que sus elementos no dependan exclusivamente del sector público. “Creemos que lo ideal es que los recursos públicos se dediquen a aspectos como sanidad, educación o infraestructuras antes que al patrimonio cultural. Nos han criticado por esto, pero es nuestro criterio”, manifiesta.
“Se empieza a valorar y respetar la identidad industrial de Vigo. Es una acción valiente”
Xoán Carmona, catedrático de Historia e Instituciones Económicas en la Universidad de Santiago de Compostela y coautor del libro Alfageme. Historia e memoria –también firmado por Mariña López y Xosé Ramón Iglesias, fallecido a finales del año pasado–, aprecia “mucho” la intención del Concello de dar una segunda juventud al edificio de la industria conservera boucense. Asevera que es una actuación “importante, valiente y positiva”. “Esto demuestra que se empieza a valorar y respetar la identidad industrial de Vigo, que se plasma en edificios singulares como el de Alfageme. Espero que se extienda a otros de la ciudad”, sostiene.
Asegura que la apuesta por las dotaciones públicas en la mayor parte de la parcela “abre una oportunidad de vertebrar esa zona de la ciudad” si se traza “un proyecto sensato”. “Como siempre ocurre con los elementos del patrimonio industrial, es un gran reto decidir qué usos tendrá. Espero que se atienda tanto a criterios culturales como urbanísticos y de demanda ciudadana para concretar qué utilización ofrecerá. Es una decisión que debe meditarse mucho”, explica antes de apostillar que “una combinación de usos culturales, educativos e incluso laborales, entre otros posibles en un espacio construido tan amplio, contribuiría a garantizar el flujo de personas necesario para dar impulso al proyecto”.
“Lo ideal sería que todo el antiguo espacio de la parcela hubiera pasado a dominio público, pero entiendo que eso era imposible y que había que pagar ese peaje, por eso me parece bien la solución adoptada. Ahora, a esperar que la parte residencial no desmerezca”, subraya.
