La situación en la Atención Primaria del área sanitaria de Vigo es completamente límite. Con los médicos de familia con agendas diarias a rebosar, esperas en algunos centros de salud de más de tres semanas, el poco personal debido a las dificultades para cubrir las ausencias por vacaciones y permisos y la asunción de cada vez más tareas por parte de los profesionales de los ambulatorios, el colapso es una realidad, lo que está provocando una enorme tensión en el día a día. Y es que en las últimas semanas se están viviendo episodios muy graves en los centros de Atención Primaria del área de Vigo, con agresiones tanto físicas como verbales (amenazas, insultos...) por parte de los usuarios a los trabajadores.
La sobrecarga asistencial en los ambulatorios y en el Punto de Atención Continuada (PAC) la está sufriendo el propio personal, que está padeciendo ataques constantes de pacientes desesperados porque no les cogen el teléfono, porque tardan mucho en darles la cita para que sean atendidos por su médico o porque simplemente tienen que esperar para que les tramiten la famosa Chave365 que les permita acceder al certificado de vacunación. Las agresiones las sufren personal de enfermería, médicos y, especialmente, los administrativos que están en recepción y son los primeros a los que se dirigen los pacientes.
Hay centros de salud que están remitiendo partes habituales a la dirección del área sanitaria de Vigo alertando del aumento de la violencia. El ambulatorio de Coia es uno de los que está viviendo una situación más complicada. Es uno de los centros con un mayor volumen de pacientes y además en los últimos días ha puesto en marcha un nuevo sistema: cuando alguien llama o acude a solicitar cita con su médico, en caso de no poder dársela por no haber huecos disponibles se le toma nota y un administrativo del centro queda en llamarlo para citarlo. “Cuando ven que no se ponen en contacto con ellos en el mismo día, se presentan allí y provocan altercados, con agresiones a los trabajadores”, explica Pilar Rodríguez, delegada de personal de la CIG.
La situación también es límite en el PAC de Vigo, el servicio de urgencias de Atención Primaria. En las últimas semanas han llamado a la Policía en varias ocasiones por varios episodios de violencia hacia los empleados. “La gente está muy nerviosa, y la mayoría de pacientes que protagonizan agresiones lo hacen porque están mucho tiempo en la sala de espera o porque reclaman citas para algo que desde aquí no podemos hacer, como una analítica, para lo cual tienen que acudir a su centro de salud. El maltrato que sufrimos es continuo. Es una situación que parece que se está normalizando”, denuncia una administrativa del PAC vigués. Hay ocasiones además en las que los profesionales víctimas de ataques deciden no poner denuncia, por lo que no consta en los registros policiales.
La creciente tensión en los centros de Atención Primaria está provocando que sean ya varios los trabajadores los se han cogido una baja por el estrés y la ansiedad que están sufriendo. La descomunal carga de trabajo que la quinta ola del COVID ha llevado a los ambulatorios provoca además que haya profesionales a los que les está costando coger los días libres que le corresponden.
Hay que recordar que los centros de salud no están con menos trabajadores únicamente a causa de las vacaciones del verano y las bajas por estrés y otros motivos, sino también porque el personal de enfermería que está vacunando contra el coronavirus en el Ifevi procede de Atención Primaria. El hecho además de que cada vez haya más gente que acuda sin cita a su centro de salud para reclamar que le tramiten el certificado de vacunación ha llevado a que el personal haya solicitado a la dirección del área sanitaria la autorización para establecer un sistema de citas específico para realizar estas gestiones que permita aliviar las colas que a diario se organizan en las recepciones de muchos ambulatorios, una petición que está a la espera de respuesta.