El inicio del montaje exterior del alumbrado de Navidad en Vigo ha provocado un incendio político. A más de 600 kilómetros y tan solo 24 horas después, el acto del regidor olívico y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la Farola de Urzáiz, en el que dio las claves de la próxima celebración en la urbe, tuvo su réplica en Madrid. Su homólogo madrileño y portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, instó a Abel Caballero a “preocuparse más” por presionar al Gobierno central “para que baje la luz” y no tanto en las luces.

“Le diría que las únicas luces que le importan a los españoles son las de su casa, con el mayor precio histórico que nunca se ha alcanzado. El momento no requiere de exhibiciones. A los vigueses les preocupa llegar a fin de mes”, indicó el alcalde madrileño ante los medios de comunicación en una intervención en la Plaza Felipe II.

Martínez-Almeida subrayó que la situación “social y sanitaria” actual no es la adecuada para estar centrados en el alumbrado navideño y aseguró que le daría “vergüenza ajena” salir en las fotos colocando las luces de Navidad.

Iluminación “ilegal”

El BNG, en palabras de su portavoz, Xabier Pérez Igrexas, denunció que la iluminación de un millar de árboles en Navidad anunciada por el alcalde es “abierta y completamente ilegal”, ya que “se incumple la ordenanza municipal de espacios naturales y zonas verdes”.

El concejal de la formación nacionalista citó el artículo 16.6 de la ordenanza, que prohíbe que “se cuelgue, se instale o se clave” elemento alguno sobre los árboles, que “no son postes”, apostilló.

En la próxima comisión informativa de medio ambiente, el BNG exigirá al gobierno municipal que cumpla con la ordenanza.