Los del Espacio Beny

Ahí veis, en ese Espacio Beny dedicado al arte en Dr. Cadaval, 27 que uno de estos días cierra la muestra con los pintores Manu Campa y César Galicia y el escultor Buciños, para abrir el 13 otra con la pintura de José María López Orozco y la escultura de Marcos Juncal. Veis en la foto a Manu Campa, que arrasa con sus cuadros de coches, José María López Orozco, ex copiloto de Beny en los tiempos de Opel, Antonio Solórzano, director de PTC Escuela del Circuito de la Pastoriza en Lugo, Alfredo Bárcena, director de la revista Cronomotor, José Sala, copiloto inseparable de Beny y al propio Beny, Al fondo, un cuadro de Manu Campa.

Alonso Fontán, ahí en Meder

¡Cuánto tiempo sin saber de ti, querido amigo, poeta de Meder reconocido! Ya pasó algún año desde que compartí un vino de tu tierra, ahí en tu casa de Meder! Años quizás sin verte, Antonio Alonso Fontán, en parte porque yo apenas voy por tus dominios colindantes con los del también amigo Sesi Pino; en parte porque 90 años pesan en las piernas y tú no vienes por Vigo, ese Vigo en que también dejaste mucha vida. Me cuenta Manuel Estévez, con quien también compartiste en la olívica ciudad horas de charla en el Derby o en aquella cafeteria en Marques de Valladares, cerca del estudio de Lodeiro, que te visitó y te halló, a pesar de tu limitación de movimientos, presto de mente y escribiendo, rodeado de libros, entre ellos los poemas de Carlos Oroza o la guardesa Chuny Vázquez. y que salieron a la luz los encuentros en tu casa de Salvaterra con viejos amigos, con Bieito Ledo, Alonso Montero... Tú sigues ahí, ante el Medulio y ese poema en tu verja: “Cando eu teña marchado/ seguirán pasando xentes a diario/ A Misa, o adro, de paseo, os traballos... Algunhas dirán baixiño, murmurando/ Aquí había un home que era un diaño/Outras falando alto, dirán o contrario/ Aquí había un home que era un santo/ E seguirán dicindo o que escoitaron/ Eu alá riba, no Camposanto/Tranquilamente deitado/Esperando”.

De Krause, Diz y Fontau

Justo cuando pensaba conocer y visitar en Puebla de Sanabria a Augusto Krause, ese sanabrés que en Vigo dejó huella de su paso como maestro en las artes marciales, que fundó en los años 70 el Shotokan, cuyos padres tuvieron pensión ahí por la calle Areal, me vuelvo raudo a Vigo por el fallecimiento de Alfonso Álvarez Gándara, mi consuegro. Dejé para otra ocasión a Krause y a su mujer Ana María González, Ilustres botanófilos, y la visita a la impresionante biblioteca que tienen en el pueblo de Juzbado, en Salamanca, formada por más de 3.000 volúmenes dedicados a las plantas, cuyos ejemplares más antiguos datan del siglo XVI. Llego a Vigo en un tren lleno hasta los topes (aunque subiendo los recios en vez de bajarlos para competir) y ¿a quién veo primero, a eso de las 10 de la noche, de blanco del sombrero hasta los pies en la terraza del Nuevo Derby? Pues claro, al pintor Diz, poeta también incontinente, dibujando algo sobre sabe Dios qué. El Nuevo Derby es de su amigo (y nuestro) y amigo del arte Eusebio Prado Fontau, de cuyos viñedos en Ribeira Sacra me habla Diz maravillas que supongo se reproducirán en sus vinos Fontau. Pero ¿cómo lleva tan bien Diz sus muchos años a pesar de lo mucho que los castigó a base de cubatas? Prodigio de la biología, este chaval.