La Fundación Provincial Banco de Alimentos, con sede en Vigo y delegación propia en Pontevedra, repartió 1.125.000 kilos de alimentos durante el primer semestre de este año entre las 150 ONG con las que trabaja habitualmente. Es un 12 % más con respecto al mismo período de tiempo del año pasado. Una situación que pone de manifiesto el aumento de personas vulnerables con problemas al acceso de productos de primera necesidad y que supuso que, en estos primeros seis meses, se repartieran 125.000 kilos más que el primer semestre anterior.

Una tendencia al alza que confirma el incremento año tras año. Ya en 2020, con el contexto de pandemia, el Banco de Alimentos repartió un 17% más de comida con respecto al 2019.

Durante el mes de agosto, gracias al compromiso de los voluntarios, el servicio diario del Banco de Alimentos permanecerá abierto. “El hambre no se va de vacaciones”, destacan desde la organización. Aún así, y queriendo cubrirse la espalda, en julio realizaron el doble de reparto de alimentos debido a la baja actividad que experimentan en este mes las entidades abastecedoras con las que suelen colaborar.

Aprovecharon además para repartir los 216.665 kilos procedentes del Fondo Europeo de Ayuda al más Desfavorecido (FEAD), que aglutina a los 54 Bancos de Alimentos existentes en España, en colaboración con Cruz Roja.

La colaboración ciudadena es indispensable para llevar a cabo cualquier proyecto solidario. Todavía tienen en la retina la Gran Recogida de noviembre del año pasado, que ellos mismos denominan como un“éxito sin precedentes” cuando se consiguieron 550.000 kilos de alimentos. Hoy siguen transformando en comida toda la recaudación de que aquella acción social: “La de mayor envergadura de nuestra historia”, reconocen.

Las entidades sin fin de lucro y los Bancos de Alimentos se han convertido, desde que estalló el estado de alarma, en uno de los principales refugios para aquellos que no pueden llegar a fin de mes.