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“Nos sentimos abandonadas, humilladas y engañadas”

Las afectadas delante de los locales que C&A ocupó durante treinta años en Príncipe Alba Villar

Extrabajadoras de C&A denuncian su despido tras más de 30 años en Príncipe: “Nos aseguraron que no abrirían otra tienda”

“Nos sentimos abandonadas y muy humilladas”. Es el testimonio de Conchi Mera, Marisi del Río y Mar Sande, extrabajadoras de la tienda de la cadena C&A en la calle Príncipe. Tras más de 30 años “dejándose la piel”, la multinacional holandesa decidió despedirlas por el cierre del establecimiento: motivos “económicos” por la “caída de las ventas y el elevado alquiler”. Les avisa a finales de enero. Según aseguran a FARO, representantes de la empresa les comunicaron “por activa y por pasiva” que no abriría otro local en la ciudad, que “solo estaría operativo el del centro comercial Gran Vía”, por lo que entendieron la situación y firmaron el despido objetivo, cuyas condiciones les “impuso” la entidad. Semanas después, se hizo público que C&A formará parte de la parrilla de marcas del nuevo Vialia. “Les preguntamos de forma reiterada. Nos engañaron. Pedimos que nos readmitan con las mismas condiciones”, aseveran.

Estas tres mujeres representan a un total de 12 que se encuentran en una tesitura similar: 10 de ellas llevaban más de tres decenios en este trabajo. “En Vialia, precisamente, contratan a 12 personas, que, claro, son más jóvenes y cobran mucho menos que nosotras, además, no tienen antigüedad. La media de edad de las afectadas es de más de 50 años. Ahora, ¿qué hacemos? Para nosotras, el mercado laboral está todavía más fastidiado que para el resto. ¿Qué futuro nos va a quedar?”, apunta Mera antes de señalar que los responsables de C&A les comunicaron “que el trabajo del equipo nada tenía que ver con el cierre”, ya que “eran muy buenas”. “Pero nos largaron después de lograr que la marca creciera en la ciudad. La tienda tiene la posición que tiene gracias a nuestro trabajo. Nosotras estamos en la calle, con el temor de no poder cotizar los últimos años y, así, llegar a la jubilación con una pensión irrisoria. Nos dejan en la estacada”, añaden.

“Se les dijo que, si se abría un proceso de selección, se les contrataría”

C&A - La empresa

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La multinacional, contactada por FARO, alega que “la decisión de cierre de la tienda de Vigo se adoptó con más de un año de anticipación por causas organizativas y productivas, y a la terminación del contrato de arrendamiento del local”. “A los empleados de la tienda se les ofreció un acuerdo por la extinción de sus contratos cuya indemnización fue el doble de la indemnización legal, y se les manifestó que, llegado el caso, si se realizara la apertura de una tienda en Vigo, la empresa abriría un proceso de selección al que podrían postularse, habiéndose contratado a todos los que han presentado su candidatura”, indica en respuesta a un correo electrónico.

“En Vialia, cogen a empleadas más jóvenes que cobran mucho menos”

Conchi Mera - Extrabajadora

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Extrabajadoras afectadas,ante el local en el que estuvola tienda de C&A. ALBA VILLAR

Las trabajadoras, sin embargo, anotan que no pudieron “negociar prejubilaciones” ni “optar a otras tiendas” que C&A tiene en Galicia. “Nos sentimos desamparadas. Siempre dimos lo que nos pidieron. Si había que hacer más horas, las hacíamos. Siempre estábamos dispuestas a sumar, nunca nos negamos a nada. En redes sociales, tras leer nuestras quejas, la empresa aseguró que se había puesto en contacto con nosotras. Es mentira. No ha hablado con ninguna de las 12. No es ético lo que nos ha hecho. Nos echó para ahorrarse nuestros salarios”, manifiestan, a la vez que expresan su “tristeza” y “pena”. “En el sector de la moda, lo vamos a tener muy difícil. Quieren a gente joven, a la que le pagan mucho menos”, apuntan.

“Si supieran que se abriría otra tienda, ellas no habrían firmado el despido”

Abogados de las extrabajadoras

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Los abogados de las trabajadoras afectadas concretan a FARO que, el pasado viernes, se celebró el acto de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), paso obligatorio previo a la presentación de la demanda. “No se ha llegado a un acuerdo. Es un procedimiento de cierta complejidad, ya que el vínculo laboral, desde el momento en el que cierra la tienda, se rompe, y el plazo para poder demandar son 20 días. A las trabajadoras les ofrecen un acuerdo por el que no van a reclamar contra la empresa, les dan el doble de la indemnización. Al ver que no hay futuro, firmaron. Entendemos que la empresa ya sabía en ese momento que se iba para Vialia, es decir, es un desplazamiento. Si esto lo hubieran sabido las trabajadoras, no habrían firmado. Es un abuso de C&A, que aprovechó esta falta de información para pactar despidos objetivos y evitar que fueran improcedentes, puesto que les saldrían mucho más caros”, explican.

La tienda de C&A en la calle Príncipe tras su cierre Marta G. Brea

El “efecto Lázaro”

Citan el “efecto Lázaro” para la defensa de los intereses de sus clientas: “Los contratos resucitan una vez se sabe que C&A abrirá un establecimiento en Vialia, ya que no se trataría de un cierre, sino de un desplazamiento. Tendremos que demostrarlo, pero hay indicios de que la multinacional ya sabía que abriría un local en el nuevo centro comercial cuando las despidió”.

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