Un total de 367 nuevos diagnósticos de COVID en 24 horas sumó ayer el área sanitaria de Vigo. Es el récord absoluto de toda la pandemia. Y lo más preocupante es que dieron positivo más de una cuarta parte de las pruebas PCR que se hicieron. A lo largo de la última semana, esta positividad es del 21%, cuatro veces más del umbral a partir del cual la Organización Mundial de la Salud considera que la expansión del virus SARS-CoV-2 está descontrolada.
La transmisión está desbocada y, por el avance de la vacunación, se traduce principalmente en contagios sin síntomas o leves, los que asume la Atención Primaria. Y esta elevada carga de trabajo pilla a los centros de salud en período de vacaciones y sin sustitutos para cubrir de forma estable ni bajas de larga duración. “Ao borde da baixa”. Es el comentario general entre los profesionales, según cuenta Pilar Rodríguez, de la CIG.
Con estos 367 nuevos casos, la cifra de los pacientes en fase activa de la enfermedad supera los tres millares. El sistema solo soportó tantos pacientes desde el 21 de enero hasta el 8 de febrero. De los 3.165 actuales, salvo los 31 hospitalizados, se encarga Atención Primaria. Está cerca de la carga máxima que ha asumido por COVID, que fue el 2 de febrero, cuando tenía a su cargo 3.678 de los 3.867 infectados activos. La diferencia es que ahora coge a los centros de salud en periodo vacacional, con menos de dos tercios de sus consultas operativas.
En líneas generales, el personal de vacaciones en los centros de salud ronda el 33%. Es lo que autoriza el Sergas. A estas ausencias hay que sumar las bajas –hay alguna desde hace ocho meses y sin que haya ninguna sustitución estable–, profesionales con jornadas adaptadas que hacen menos horas o exenciones –personal con alguna patología que solo hace atenciones telefónicas con motivo del COVID–. En varios de los centros consultados en la ciudad de Vigo aseguran llegar al 50% de las consultas operativas “como mucho”.
La principal fórmula para cubrir estas ausencias es con prolongaciones de jornada tanto de compañeros del servicio como de fuera. Son tres horas y media –con 30 citas– en las que el profesional no hace ni domicilios ni atenciones telefónicas ni asistencias COVID. La Dirección del Área Sanitaria de Vigo va a ofrecer ahora al personal la realización de prolongaciones solo para este último fin, con la intención de rebajar la presión extra que está suponiendo para los profesionales la pandemia.
Según el nuevo plan de calidad para Atención Primaria que el Sergas quiere implantar, las agendas de un profesional tiene huecos para entre 32 y 40 citas. Estos días, en varios centros aseguran que ven de 50 a 60 pacientes de media –más del 40%, forzadas, es decir, que se atienden como urgencias– y hay médicos que han llegado a superar los 70 en una sola jornada.
Profesionales lamentan que tienen que “consultar corriendo” y piden más pruebas o consultas al hospital “por miedo a equivocaciones” por el poco tiempo que pueden dedicarle a examinar cada caso. En cuanto a la pandemia, explican estar desbordados por las llamadas de preocupación de pacientes que han sido contactos de positivos y que no han recibido ninguna llamada de la central de rastreo.
