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La odisea de comprar una vivienda en Vigo: ¿cuánto se tarda en lograrlo?

Interior de las viviendas proyectadas por Arco da Vella en Navia

Encontrar y comprar la vivienda habitual ideal en Vigo es una odisea. Al menos, para más de un 30% de las personas que se encuentran en su búsqueda. Y, para el resto, la tesitura toma un color similar: una gran parte tarda entre uno y dos años en dar con este preciado tesoro. Una de las razones es la tan denunciada falta de vivienda nueva a la venta en la urbe, motivada, fundamentalmente, por la demora en la aprobación del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), al que el Instrumento de Ordenación Provisional (IOP) le ha cubierto las espaldas en los últimos años, y por la crisis del ladrillo sufrida desde el 2008.

Son datos que se reflejan en un informe de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). Su presidente, Benito Iglesias, concreta que el perfil de los potenciales compradores, reforzado por la pandemia del COVID, está conformado por parejas de 30 a 45 años que disfrutan de estabilidad laboral y tienen entre ceja y ceja la adquisición de vivienda nueva, no usada, a un precio acorde a sus ingresos. “Existe una demanda embalsamada porque no existe suficiente vivienda nueva a la venta, la que hay supera el presupuesto fijado por este colectivo, que se encuentra entre los 150.000 y 300.000 euros. En Vigo, en los últimos 10 años, prácticamente no se ha construido nada debido a la crisis y la falta del PXOM. Cuando se apruebe el Plan Xeral, esto cambiará: saldrá suelo a la venta suelo y se iniciarán nuevas promociones”, explica.

Iglesias apunta que la vivienda usada deja de ser una opción, en muchos casos, porque su precio no se adecúa al mercado, necesita una reforma integral costosa o está ubicada en edificios con demasiada antigüedad y derramas constantes. “La de buen precio y ubicación se ha ido vendiendo. Hasta el 2008, el perfil del comprador de vivienda, usada o nueva, era una pareja o matrimonio de menos de 35 años. La crisis lo modificó. Aparece otro perfil: gente de más de 50 años con ahorros que compra vivienda usada para poner en el mercado de alquiler, en alza desde el 2013, y sacarle rentabilidad”, anota.

El informe de Fegein recoge que tan solo un 10% de las personas que desean y están buscando vivienda disponen de los fondos necesarios para adquirirla sin tener que recurrir a un crédito hipotecario. El 90% necesita financiar parte o la totalidad de hasta el 80% del precio. Sobre el tipo de hipoteca: el 60% se inclina por la fija, el 40% prefiere variable. “El 35% vive en estos momentos de alquiler. Los demandantes, en Vigo ciudad y su área de influencia, buscan viviendas más grandes y nuevas, y ya no tanto en los centros urbanos. Los potenciales compradores pretenden mejorar su vivienda habitual o dar el salto del alquiler a la propiedad. En torno a un 20% compraría como inversión o como segunda residencia, el resto, para que esta fuera su vivienda habitual”, detalla el documento.

Las personas que buscan una vivienda habitual en propiedad o arrendamiento en la ciudad de Vigo tienen un denominador común: prefieren que sea unifamiliar, aunque lo más solicitado es el piso.

Las zonas más demandas para las personas que buscan viviendas nuevas son el centro-Areal, Coruxo, Canido y Navia. “Como plan de choque inicial, Vigo necesita más de 3.000 viviendas en el circuito de comercialización en alquiler y más de 5.000 nuevas en el de comercialización en venta, por lo que el PXOM, que sentará las bases para la construcción de 50.000 nuevas viviendas, me parece del todo acertado”, apostilla Iglesias.

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