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Un verano de trabajo para las ONG de Vigo

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Taller de gimnasia para mayores de Cruz Roja en los jardines de Montero Ríos. PABLO HERNÁNDEZ

Protección básica, acompañamiento a mayores, atención psicológica, ayuda para encontrar empleo, refuerzo educativo, y un largo etcétera es todo lo que las ONG cubren cada año. La llegada del verano supone un cambio de ritmo, ya que la época vacacional se nota, pero siempre se mantiene la atención en la ciudad.

Cáritas, Cruz Roja, Asdegal y el Banco de Alimentos multiplican sus esfuerzos en los meses estivales: la crisis no para

“Podemos estar atendiendo en torno a 20.000 o 23.000 personas”, afirma Iván Martínez, el presidente del Banco de Alimentos. Esta ONG se centra en recoger comida y derivarla a “alrededor de 150 organizaciones”, quienes se encargan de hacerla llegar a los beneficiarios. “En el mes de julio entregamos el doble del pedido habitual”, explica Martínez. Y es que, si bien es cierto que la atención no cesa en verano, agosto es un mes en el que se ralentiza el ritmo, y muchos voluntarios cogen vacaciones. Por ello, y en palabras del presidente: “Estamos recogiendo la mercancía necesaria para atender dos meses”.

En la misma línea, Cáritas lleva años enfocando gran parte de su trabajo a la recogida de alimentos. Sin embargo, este año ha llegado a las familias necesitas las “tarjetas monedero” de la mano de la Xunta de Galicia. Estas tarjetas se pusieron en marcha hace un año, y su objetivo es paliar los efectos socioeconómicos del COVID-19 en las familias más vulnerables. Por ello, Cáritas se ha dedicado, estos últimos meses, “a pagar temas de alquileres, recibos de suministros, medicaciones… Hemos destinado el dinero que empleábamos en alimentación a otros conceptos, ya que la tarjeta monedero ha permitido que muchas familias se fueran manteniendo”, profundiza la Coordinadora del Programa de Acogida de Cáritas.

Tercera edad

Otro ámbito en el que inciden numerosas organizaciones es la tercera edad, los mayores. Y en ellos es en quienes se centra, principalmente, Asdegal. “En verano paran un poco las clases escolares hasta agosto, pero el acompañamiento a mayores sigue continuo, aunque a veces es complicado encontrar voluntarios en esta época”, cuenta Carmen López, trabajadora de Asdegal. Asimismo, esta organización también se centra en el reparto de comidas, recogida de ordenadores y tablets para niños y en repartir desayunos a gente sin hogar. “Con ellos se hace la labor de que no son invisibles y que importan”, afirma López.

Después del COVID

“Este año retomamos las actividades de verano presenciales, con todas las medidas necesarias para evitar el contagio”, cuenta María Durán, del departamento de prensa de Cruz Roja. Este organismo tiene en activo diversas actividades, enfocadas en niños, jóvenes y mayores, y continúan con los acompañamientos telefónicos del Plan de Proximidad y el Plan de Empleo. “Lo que más se necesita ahora mismo es tener un trabajo”, declara la Coordinadora del Programa de Acogida de Cáritas.

Y es que, tal como afirma el presidente del Banco de Alimentos: “El COVID ha generado una crisis de salud importante, pero como consecuencia ha venido también una crisis económica. Una parte de la población se encuentra en una situación muy peligrosa y desesperada”. Por ello, esta organización ha cerrado el año habiendo entregado 300.000 kilos más de comida que el año anterior. “Hay más necesidad de la que pensamos”, remarca.

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