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El vía crucis hospitalario de un paciente se salda con 1.500 euros de indemnización

Un juez condena al Sergas por administrarle un “fuerte sedante” en vez de Paracetamol y otros fármacos al identificarlo con la pulsera de otro usuario

Imagen aérea del hospital. // Marta G. Brea

Ingresó tras darse un golpe en la cabeza por una caída en la calle pero las consecuencias de su estancia hospitalaria “pudieron haber sido fatales”. Así lo describe el magistrado del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 1 de Pontevedra ante los “errores graves e inexcusables” cometidos en el Hospital Álvaro Cunqueiro y el Provincial de Pontevedra hacia un paciente, al que, por la “similitud de los envases” le administraron en lugar de Paracetamol un fuerte sedante generándole “una pérdida de consciencia”. A su traslado a Pontevedra, le pusieron la pulsera de otro paciente, administrándole fármacos y una dieta equivocada.

Daños morales

Al considerar el juzgado que los daños causados al varón, de 76 años, fueron esencialmente morales, estiman su recurso –ya que la Consellería de Sanidade rechazó la reclamación– y condenan al Sergas al pago de una indemnización de 1.500 euros.

Hechos

Los hechos se remontan a enero de 2019. El hombre, vecino de Bueu, tras sufrir una caída en la calle, fue trasladado a la UCI del Cunqueiro. “Para mitigarle un leve dolor de cabeza”, se decidió administrarle Paracetamol pero, “por error”, se le inoculó Midazolam, “un sedante muy potente que no puede administrarse a la ligera”. Es más, el magistrado incide en que al tener el varón 76 años se trataba de una paciente “de alto riesgo” para este medicamento y más sin comprobar su “posible incompatibilidad” con otros que estaba tomando.

El personal tuvo que administrarle un antídoto durante seis días para recuperarse.

Traslado a Pontevedra

Tras su mejoría, se le trasladó al Hospital Provincial de Pontevedra , donde se le puso en la muñeca la pulsera identificativa de otro paciente. Fue una de las hijas del enfermo quien se percató, si bien ya le habían administrado “los fármacos y la dieta de ese otro paciente”.

El magistrado considera este equívoco de “máxima gravedad”. “Las consecuencias pudieron haber sido fatales: que lo sometiesen a la intervención quirúrgica prescrita para el otro paciente”.

Alarma social

Así, el juzgado califica los dos errores de “graves e inexcusables”. “Desde luego genera “alarma social” que se comentan este tipo de errores en los hospitales públicos [...] En UCI no se pueden identificar los fármacos de manera intuitiva; una mínima diligencia exige leer el rótulo”, desgrana la sentencia.

Por ello, y con el objeto de “prevenir y evitar descuidos como éstos”, el órgano judicial pidió remitir la sentencia a los gerentes del área sanitaria de Vigo y Pontevedra para investigar lo sucedido e implantar los protocolo necesarios “para que no se vuelva a repetir”.

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