Todos los días se producen robos en las islas Cíes. Pero también algún que otro ataque. ¡Qué no cunda el pánico! El paraíso gallego es seguro. Pero hay que tener en cuenta que allí viven todo el año expertas ladronas. La mayor colonia de España.
Los gallegos conocen muy bien sus habilidades. Pero probablemente los turistas no tanto. Se trata de las gaviotas. Para viajar a las islas Cíes hay varias cosas imprescindibles que debes meter en la mochila. Pero si además llevas comida, debes tener en cuenta una serie de consejos para que no te quedes sin ella.
El Concello de Vigo advierte: ¡Cuidado con las gaviotas!
La propia Concejalía de Turismo de Vigo avisa a los visitantes del cuidado que deben tener con las gaviotas en las islas Cíes. Lo hace a través de su página web incluyéndolo entre una de sus cinco recomendaciones para visitar el archipiélago:
"Abren cremalleras y desatan nudos, ¡como lo oyes!"
CUIDADO CON LAS GAVIOTAS: alimentar a los animales del Parque está prohibido pero alguno se busca la vida por si solo…así que… ¡ojo con las gaviotas! porque son muy monas, pero roban y se comen tu comida. No dejes ningún alimento a la vista y asegúrate de cerrar bien las bolsas porque abren cremalleras y desatan nudos, ¡como lo oyes!
1. En el camping
El camping de las islas Cíes está en el punto de mira de las gaviotas. Mucha gente concentrada equivale a mayores probabilidades de comida. Y las gaviotas los saben. Si crees que dejar una bolsa bien cerrada es suficiente para evitar que te roben, te equivocas.
Cualquier bolsa de plástico les llama la atención. Intuyen que puede tener comida y no pararán hasta descubrirlo. Cuando te vayas de la tienda mete las bolsas dentro. Y, por supuesto, ciérrala bien.
Ojo: mejor no dejes las bolsas con comida pegadas a los laterales de la tienda (aunque sea por dentro). Las gaviotas las "huelen" y son capaces de sacarlas. Cuánto más al centro, mejor. Y si puedes meter la comida en una mochila o similar (algo más resistente que una bolsa de plástico) mejor que mejor. Te evitarás una sorpresa a tu regreso.
2. Subida al Faro de Cíes
Como cualquier otro animal, las gaviotas también se defienden si se sienten atacadas. Así que en primer lugar, nada de hacerles daño. Debes saber, además, que están protegidas y no se les puede dar comida.
Las gaviotas están protegidas y está prohibido darles comida
En primavera y principios de verano es su época de cría y hay que tener especial cuidado. Las gaviotas anidan en multitud de zonas de la isla, pero hay alguna en la que debes ser más cauto: la subida al Faro. A ambos lados del camino suelen tener a sus pollos. Y los defenderán. Por ello, si te acercas demasiado pueden pensar que tus intenciones no son buenas. Fue, por ejemplo, lo que le sucedió hace varios años a Adrián Rodríguez, el popular bloguero vigués de MolaViajar que, por el mero hecho de pasar por allí, acabó llevándose un buen susto.
3. Los más pequeños, en el punto de mira
Robarle a un niño es más fácil que a un adulto. Y las gaviotas también lo saben. Si vas con peques a las islas Cíes, intenta que no exhiban mucho el bocata, la fruta o cualquier otra cosa que estén comiendo. Al mínimo despiste se lanzarán a por él.
Entre los "trucos" de las gaviotas está el de ponerse por detrás de sus víctimas. Despegar mucho del cuerpo la mano en la que tienen la comida, ponerse a mirar hacia otro lado o simplemente posar un segundo el bocata se convierte en el momento perfecto para ellas. Más de una gaviota se tirará a por él. Además de quedarse sin comida, el peque se llevará un buen susto.
4. Cafeterías y restaurantes
Por supuesto, cafeterías y restaurantes de las islas Cíes también están en el punto de mira de las gaviotas. Si tienes comida sobre la mesa, ellas estarán atentas. De hecho, probablemente acabarás tenso al notar que tu desayuno o pincho está amenazado de forma ininterrumpida por una de estas aves.
¿Qué hacer? Lo más importante, no dejar comida sobre la mesa si te levantas. En cuanto te alejes un poco, "volará". Y, mientras estás sentado en ella, tápala (si puedes) o colócala lo más cerca de ti que sea posible. Esto último no te garantizará que alguna atrevida gaviota pueda lanzarse a por ella, pero las probabilidades se reducen enormemente.
A mayores, si vas a abandonar la terraza, procura no dejar nada de comida en la mesa. Los camareros te lo agradecerán. De lo contrario, las gaviotas se tirarán a por ella y acabarán rompiendo los vasos y todo lo que dejes sobre la mesa.
