Minipisos, pisos sin trastero o es que tenemos demasiadas cosas y simplemente ya no caben en nuestras viviendas.
El alquiler de trasteros a empresas especializadas es un negocio rentable y plenamente consolidado en la ciudad, donde existen tres empresas que alquilan estos espacios a unos 1.500 vigueses, tanto particulares como profesionales.
Hace apenas ocho años que la primera de estas empresas Espaciogeo echó a andar como una rareza en el polígono del Meixoeiro, con solo 114 trasteros. “Cuando lo monté no había nada parecido en Vigo y me decían si estaba loco. Hoy tenemos 1.200 almacenes”, explica Jesús Fernández, consejero delegado de la compañía.
Desde 2013 la compañía ha hecho obras de ampliación todos los años, incluso durante la pandemia, porque lejos de descender la demanda, la crisis aupó un negocio cada vez más tecnológico y autónomo. “La pandemia transformó el negocio. Nosotros siempre defendimos el automatismo, pero con las restricciones sanitarias se volvió algo casi obligatorio. El efecto autónomo se disparó con el COVID”, indica el responsable de la empresa.
No estamos hablando de lúgubres trasteros. Se trata de espacios modulares de 1 m2, 1 m3, 10 m2, o lo que se necesite, desde quince euros por metro cuadrado, con cámaras de seguridad, acceso 24 horas, parking o seguro incluido. El acceso se hace mediante una tarjeta o desde la aplicación del móvil, según la empresa y está todo automatizado. “Nosotros nos basamos en la tecnología y todo se hace online.”, explica Jesús Fernández.
De los cerca de 1.000 clientes que tiene actualmente Espaciogeo en Vigo, la mitad son particulares y la otra mitad serían profesionales. En el caso de los particulares este servicio sería un complemento al espacio de casa. “No somos el primer trastero de una familia”, indica Fernández. Así, apenas vienen de media una vez cada dos meses por las instalaciones del Meixoeiro: coincidiendo con el cambio de ropa de temporada, al acabar el verano o después de hacer alguna pequeña reforma, o gente que de repente recibe un buen trabajo en el extranjero y necesita un guardamuebles, por ejemplo.
“Las personas necesitan espacio y ahora están haciendo edificios sin trasteros para hacer más viviendas”. Javier Domínguez, propietario de Cityvigo tiene unos 300 trasteros en tres centros por la ciudad y todos prácticamente ocupados. “En los últimos meses se está incrementando. Con la pandemia no cayó sino que subió”, explica Domínguez.
El propietario de Cityvigo puso a andar esta empresa al quedarse con bajos vacíos tras la venta de sus supermercados en 2017 y asegura que le sorprendió la buena acogida que tuvo su oferta. “Si abres más, los llenas”, explica.
También Trasteros Vigo, con dos centros en la ciudad, tienen sus almacenes llenos, según indicaron desde la empresa.
Los profesionales, por su parte, sí que acuden a sus almacenes a diario para gestionar sus mercancías o incluso guardar sus herramientas de trabajo. Visitadores médicos, laboratorios, empresas de informática, DJ’s, grupos de música o incluso compañías de teatro. La lista de sectores es variada como los motivos para contratar estos servicios. “Desde el principio también fuimos centro de negocios, lo que permite que los emprendedores con un pequeño negocio tengan un domicilio social fuera de su casa, salas de juntas, showrooms para cursos o catas de vinos” , indica el responsable de Espaciogeo.
“Me daba la posibilidad de diferenciar almacén y oficina, con aparcamiento y muchos servicios”, destaca Carlos Rial, responsable de Atlántico Desinfección. Javier Cernadas, técnico de Keycoes, destaca que “no teníamos delegación y necesitábamos un sitio donde dejar y recoger el material y aquí resulta sencillo”.
El fenómeno del “self storage” y los cazatesoros americanos
En Vigo no hace tanto que convivimos con estas empresas que ofrecen almacenaje, pero la moda de los trasteros nació en EE UU en la década de los 60 como Self Storage (autoalmacenaje) y a día de hoy existen unos 54.000 centros en aquel país, frente a los 4.500 que tiene el continente europeo. Según explica Jesús Fernández, un país como Japón tiene unos 7.000 centros de autoalmacenaje. Además, si en EE UU hay una media de 0.95 m2 de superficie de trasteros por persona, en Europa y en España apenas superamos los 0,02 metros
Para llevar este modelo de negocio a España hubo que adaptarlo a la legislación española, “mucho más garantista” y por eso aquí, de momento, no podemos ver a los cazasubastas o cazatesores de la televisión americana abrir trasteros ajenos y hallar esas reliquias con valor incalculable.