“Una carga pesada”. Para cuatro de cada diez familias viguesas afrontar los gastos del hogar supone eso, una losa molesta y aplastante sobres sus economías. Los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) muestran que a la pregunta de qué suponen “los gastos totales de la vivienda” en las finanzas domésticas, el 44,4% responde que una responsabilidad gravosa frente al restante 55,56%, que los tacha de carga “razonable” o directamente nula.
El porcentaje llama la atención por varias razones. La principal, su peso en el mapa autonómico. Ninguna de las otras seis principales ciudades de Galicia alcanzan una proporción tan elevada. En A Coruña, municipio que más se acerca a Vigo, tildan de “carga pesada” los gastos del hogar el 43,6%; en Pontevedra y Lugo cerca del 41% y en Ourense, Ferrol y Santiago baila en una horquilla que va del 31 al 38%. Otro dato llamativo es que la cantidad de vigueses a los que les exige un esfuerzo asumir los gastos de sus casas parece haber repuntado en los últimos años. A paso lento y sin llegar a las cuotas de hace una década. En 2015 en la ciudad apenas pasaba del 43%, lejos del 57 largo de 2010.
El repunte de Vigo coincide con otra tendencia también al alza: el de los vecinos que viven en régimen de arrendamiento. Algo más de la cuarta parte de los hogares de Vigo –el 26,45%, para ser precisos– pagan un alquiler. Aunque queda lejos todavía del aplastante 67,3% de viviendas en propiedad, el dato supera de forma sensible los porcentajes registrados durante los años anteriores. Hace un lustro apenas pasaba de 19% y si se echa la vista más atrás aún, a 2010, no llegaba siquiera al 17%.
El dato es alto también si se pone en el contexto autonómico. De hecho la opción del alquiler solo tiene más peso –y por la mínima– en la urbe herculina, donde representa el 26,85%. En Ourense, Santiago y Lugo se mueve en la esfera del 20%, en Ferrol baja al 19% y en Pontevedra se desliza incluso más abajo en la tabla: allí solo el 15% de los hogares figuran en régimen de alquiler.
Tendencia opuesta muestran las residencias grabadas con una hipoteca. De suponer el 23,58 hace una década pasaron en 2015 al 20,11%, dato que el año pasado había bajado ya al 19,82%. En Pontevedra o Ferrol, ambas por encima del 20%, los porcentajes registrados por el observatorio gallego son mayores.
Alza de compraventas
Curiosamente, el dato del IGE contrasta con el repunte de compraventas de vivienda anotado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, un tipo de operación que arranca 2021 en valores que no se alcanzaban desde hacía años. A lo largo del primer trimestre del año –según las tablas publicadas por el departamento de José Luis Ábalos– se registraron 605 transacciones. Para encontrar un inicio de ejercicio con un valor más elevado hay que remontarse más de una década, a 2008, cuando durante el mismo período se rozan las 700.
La marca se logró principalmente por el dinamismo del mercado de segunda mano, en el que se cerraron casi todas –el 98%– las operaciones de venta y se constata el arranque de año más activo desde al menos 2004.
Gastos de la vivienda
El 44,44% de los hogares de Vigo aseguraban el año pasado que los gastos de la vivienda suponen una “carga pesada”.
Hogares en alquiler
El 26,45% de los hogares de Vigo están en régimen de alquiler. Hace una década, en 2010, no llegaban ni al 17%.
Operaciones de venta
Gracias al mercado de segunda mano, 2021 arrancó con el mayor volumen de compraventas de vivienda desde 2008.
