La tecnología de los drones ha revolucionado el mundo de la seguridad, la vigilancia marítima, el control de incendios, el de fronteras, el salvamento, reconstrucciones etc. Pero no todos sus usos pueden responder a fines prácticos. Para garantizar la protección del espacio aéreo, el Ejército de Tierra ha incorporado un sistema antidrones diseñado por el centro tecnológico vigués Gradiant.
Este dispositivo concebido y diseñado en colaboración con la empresa TRC permite la detección y la identificación de aeronaves no tripuladas (UAS, en sus siglas en inglés), particularmente drones. La innovación establece un escudo infranqueable ante posibles ataques de drones en un radio de acción de 10 kilómetros obteniendo una protección perimetral para infraestructuras y zonas críticas frente a ataques aéreos de cualquier tipo de dron. El dispositivo puede actuar de manera autónoma o guiado por un operador.
El centro gallego ha tenido que adaptar su tecnología a las necesidades del Ejército, que evolucionará tecnológicamente para adaptarlo a los continuos cambios que se pudieran producir en un futuro. Y es que ante el auge del uso de los dones, surgía la necesidad de completar la capacidad contra ellos, con un sistema que permita la detección, localización y seguimiento de estos drones para la detección temprana de amenazas. Y aquí es donde entra la tecnología diseñada por Gradiant.
Valiéndose de la inteligencia artificial, su dispositivo garantiza la defensa contra ataques de drones en un perímetro de seguridad que escala a los 10.000 metros, evitando daños potenciales en infraestructuras o sobre la población. Está especialmente diseñado para su uso en el ámbito de la seguridad en instalaciones como aeropuertos, centrales eléctricas, sedes institucionales, edificios singulares, o en eventos con grandes concentraciones de personas como conciertos, festivales, estadios de fútbol, ente otros; y para su utilización por parte de fuerzas y cuerpos de seguridad, que es el competente que ha hecho que el Ejército lo importe a sus tecnologías de defensa.
Varias instituciones internacionales, entre las que se incluyen compañías estadounidenses de seguridad, emplean la tecnología de Gradiant en la vigilancia de fronteras o edificios particularmente sensibles para su seguridad.
Señal falsa de GPS
Además, el centro ubicado en el campus de la Universidad de Vigo ha desarrollado también en exclusiva para una multinacional un módulo que permite generar una señal falsa para posicionar erróneamente a cualquier receptor GPS dentro de su radio de acción.
Esta unidad engaña al sistema de navegación de un vehículo aéreo no tripulado a través de la simulación de una señal falsa, permitiendo modificar su trayectoria, dificultando su acceso a lugares restringidos y forzando su reubicación hacia zonas seguras donde pueda ser interceptado o neutralizado.
El sistema de Gradiant, denominado Counter UAS, integra tecnologías complementarias de análisis de radiofrecuencia, técnicas de hacking, sensores pasivos EO/IR y vídeo vigilancia inteligente.
El centro tecnológico gallego comenzó en 2015 a desarrollar este sistema de identificación y neutralización de aeronaves no tripuladas y en 2019 desarrollaron las primeras pruebas en escenarios reales.
Feria de drones
La apuesta de la viguesa Gradiant por este modelo tecnológico tendrá su escaparate en Santiago. Y es que el centro vigués participará en Unvex, la principal feria de drones de España que tendrá lugar del 7 al 9 de julio.
En este evento se dan cita más de 50 empresas, entre las que se encuentran Airbus, Boeing, Indra o Navantia, además de los ejércitos de Tierra y de Aire, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, la Axencia Galega de Emerxencias y policías locales de diversas ciudades. El centro tecnológico gallego realizará el 9 de julio en el aeródromo de Rozas (Lugo) una demostración de su sistema antidrones.
El director general, Luis Pérez Freire, y el responsable de Seguridad y Defensa de Gradiant, Iago Gómez Alonso, impartirán conferencias y participarán en mesas redondas sobre los resultados de la colaboración público-privada para el impulso de los vehículos no tripulados y la configuración en Europa de un nuevo espacio aéreo.
