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nALBERTO LUQUE - sR. cHINARRO | Cantante

“Escuchar un disco o un concierto es como el cine y el teatro; no es tan perfecto pero engancha igual”

El artista sevillano regresa a Vigo con su último trabajo “El bando bueno”, que presentará en el Festival TerraCeo este sábado

Alberto Luque es Sr. Chinarro.

Probó hace muchos años el sabor del público vigués en “La Fábrica de Chocolate”. Su próximo bocado olívico será al aire libre y en la terraza del Auditorio Mar de Vigo, escenario donde presentará su último trabajo “El bando bueno”. Actuará dentro del festival TerraCeo el próximo sábado 19 de junio a las 20.00 horas

–Los artistas ya empiezan a estar adaptados a los conciertos postpandemia, pero al principio muchos notaban esa falta de feedback con el público, poder empatizar con ellos, incluso su silencio hacía presagiar que algo iba mal... ¿Tuvo también usted esa sensación?

–Justo. Estaba el otro día en Málaga en un concierto de La Habitación Roja y veía lo mismo que me había pasado a mí en los conciertos que había hecho desde el COVID, que necesitaban esa respuesta del público, ese feedback o como que se venían abajo. Y no es por inseguridad, me di cuenta que es bastante común. Los artistas necesitamos los gestos, la actividad del público y tenerlo ahí amarrado a la silla perdemos eso que tanto necesitamos y es duro.

–¿Esta falta de fusión con el público motivó que se le dé más importancia a los elementos puramente musicales?

–Sr. Chinarro no es un proyecto cercano a los animadores o grupos que son más animadores de festivales, que tienen las canciones ya pensadas para el entretenimiento, que también está muy bien. Pero Sr. Chinarro nunca ha sido eso, pido mi aplauso entre canción y canción y ya está.

–Hace más de un año que nació “El bando bueno”. ¿El confinamiento le sirvió de refugio para confeccionar su precursor, el disco que vendrá?

–Ha sido duro como para todo el mundo. Al principio hacía la broma de que estaba acostumbrado, que vivía encerrado... pero nada de nada. Al final sí se pudo componer algo; de todas las que hice se han quedado dos para el disco nuevo y que también tocaremos en el concierto del Auditorio. Ahora cuando las escucho tienen esa presión durísima del miedo, del encierro...

–Sin este encierro quizás no tendrían esta tonalidad, este fondo.

–Claro, de hecho una de ellas se llama Jesús porque es una oración, de un ateo como yo. Luego ya llegó la fase de la nueva normalidad, el verano pasado y más o menos hemos podido ir haciendo cosas.

–Con tanto “streaming”, redes sociales... ¿la música se ha acostumbrado a la pantalla? ¿Podría continuar sin el directo?

–Sí que podría existir. Hay artistas que no tocan, solo componen; incluso hubo grupo que en su tiempo que tuvieron que dejar de salir de gira por lo que bebían, drogas... todo el trasfondo (bromea). Hay de todo. Sí podría existir, es como un reto, llevar al directo discos que para mí son obras de arte, lo estudios de grabación son una herramienta poderosísima en el que se pueden hacer cosas que no se pueden hacer en un concierto. Sería como el cine y el teatro, los conciertos serían el teatro, no es tan perfecto como la película, tiene menos medios, pero también gusta y engancha y hay contacto con el público, el aplauso.

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