El Servicio de Cirugía General del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) cumplió su amenaza y, desde ayer, ya no hace operaciones por las tardes en sus horas extra. Fuera de su jornada ordinaria, ocupaban unos seis quirófanos a la semana con entre dos y cinco operaciones cada uno. Así es que el complejo reducirá por este motivo entre 12 y 30 sus intervenciones semanales.
Las “peonadas” –como se conoce comúnmente a la actividad que se realiza de forma voluntaria fuera de la jornada ordinaria– en los quirófanos se pagan según unos precios establecidos por la Consellería de Sanidade para todos los hospitales de Galicia. Estas tarifas sufrieron una fuerte reducción con motivo de la crisis de 2008. Este fu de los pocos recortes en las remuneraciones de trabajadores públicos que aún no se han recuperado.
El malestar con esta situación está bastante extendido en los servicios quirúrgicos del Chuvi, pero solo dos han dado un paso adelante y han adoptado medidas. Primero fueron los cirujanos generales que, tras una reunión a nivel gallego, decidieron dejar de hacerlas. Tras avisarlo con antelación y, por tanto, no afectar a ningún paciente citado, lo han llevado a cabo desde ayer.
En la sesión que celebró el Servicio de Traumatología del Chuvi el pasado viernes, los cirujanos aprobaron sumarse a esta medida de presión esta semana. Ya lo han comunicado a la Dirección del área.
Este es uno de los servicios que más operaciones de tarde realiza, como una de las medidas del plan con el que se ha logrado recortar su lista de espera que, tradicionalmente, era la que arrojaba peores resultados. Ya ha dejado de ser la de mayor demora, pero aglutina el mayor número de pacientes a la espera.
Los que no han llegado a un acuerdo fueron los profesionales de Anestesia y Reanimación, imprescindibles en las operaciones. En este servicio, con una plantilla muy grande, hay algunos que están dispuestos a apoyar esta protesta, pero no hay unanimidad.
Hasta el momento, la Dirección del Área Sanitaria de Vigo no ha querido manifestarse al respecto. Esta protesta llega en un momento del año en el que el Sergas trata de sacar el máximo partido a sus quirófanos antes del verano y para cerrar unos mejores resultados al término del mes de junio, uno de los dos balances anuales que se hacen públicos.
