La calle Rosalía de Castro da un “estirón”. Al menos en el mercado residencial. Su situación, en pleno casco urbano –a tiro de piedra de Gran Vía, Policarpo Sanz o Príncipe– y la existencia hasta hace poco de solares vacíos, todo sumado a la fuerte demanda de vivienda nueva, combinan en un cóctel que ha atraído el interés de las promotoras inmobiliarias. En cuestión de un par de años se han activado en el barrio media decena de promociones que sumarán –una vez hayan concluido las que quedan pendientes– cerca de 244 apartamentos.
En el listado se incluyen desde inmuebles ya rematados, caso de Residencial Rosalía, donde solo sigue disponible uno de sus 36 pisos; a otros que arrancan ahora sus obras, como el proyecto impulsado por Seagull en la esquina con la calle Oporto, una reforma en profundidad de un edificio de 1924 al que se añadirán varias alturas y que ofrecerá, en total, 28 viviendas.
La mayor inyección residencial la aporta Las Salinas, con 72 apartamentos, una obra promovida –según la información recogida en su web– por Uhgasa. El bloque está ya finalizado y solo queda un apartamento libre. Muy cerca de allí –en los números 61 y 63 de Rosalía de Castro– Seagull, fondo inversor conformado por integrantes y family office gallegos que tiene como socios a Desarrolla y Ünique y a Andbank de banco comercializador, impulsa una promoción de 50 viviendas y 78 plazas de aparcamiento. A principios de abril y a pesar de que el proyecto estaba todavía en fase de excavación, Seagull estimaba que había comercializado ya 25 apartamientos. El edificio, de diez alturas y diseñado por el estudio EAU, se levantará en la esquina con Serafín Avendaño.
Muy cercca de allí también, en la calle Miragaia, Aedas Home está promoviendo Ponte, que suma 48 nuevas viviendas al barrio. En abril David Martínez, CEO de la compañía, apuntaba que solo durante los tres primeros meses de actividad habían recibido en sus oficinas de García Barbón alrededor de 300 personas interesadas.
“Con el inicio de las obras en febrero este interés ha crecido aún más, lo que se está traduciendo en un importante número de ventas”
La entrega de los apartamentos –apuntaba– está prevista para la primera mitad de 2023.
El listado lo completa Residencial Rosalía, de 36 viviendas; y la reforma en la confluencia con Oporto que acaba de activar Seagull. Además de rehabilitar la fachada actual, levantada hace cerca de un siglo con planos del arquitecto Jenaro de la Fuente, la compañía plantea añadirle nuevas plantas con una estética moderna que permitirán a la promoción alcanzar los 38 apartamentos, dos locales comerciales y 42 plazas de aparcamiento.
La apuesta de las promotoras está directamente conectada con la demanda de vivienda en la ciudad, en especial de obra nueva, aún sin estrenar. “Se ha visto que la zona funciona”, reconocen desde el sector. Tanto Salinas como Residencial Rosalía, de hecho, están prácticamente comercializadas al cien por cien. En abril se habían vendido también más de la mitad de los espacios disponibles en la nueva promoción de los números 61-63 de Rosalía.
Los precios son también buenos indicadores. En la web de Residencial Salinas, por ejemplo, se publicita un dúplex de tres dormitorios y 143 metros cuadrados que cuesta, con una plaza de garaje, 400.000 euros. Aedas anuncia también viviendas en su promoción del número 11 de la calle Miragaia desde 186.000. Las superficies de los apartamentos parten de los 59 metros cuadrados.
El entorno, en pleno cambio: de la humanización, el viejo Rectorado o la Tesorería
No solo viviendas gana el entorno de Rosalía de Castro. A lo largo de los últimos años tanto el barrio como sus alrededores han experimentado cambios de calado. Hace apenas un mes, en mayo, arrancó la humanización del segundo tramo de la avenida García Barbón, entre la esquina con Rosalía y la rotonda de Isaac Peral. Cerca de allí, en parte de lo que en su día fue la antigua factoría La Metalúrgica, se activó a finales de 2020 la nueva sede de la Tesorería de la Seguridad Social.
Otro edificio con un importante valor simbólico e histórico, el antiguo rectorado, en Arenal, está en plena rehabilitación también para convertirse en la nueva sede de Zona Franca.
En el entorno de Rosalía se sitúan igualmente las calles Heraclio Botana, Serafín Avendaño y Roupeiro, todos viales transversales que se han renovado. Quedan tareas pendientes también.
La mitad de La Metalúrgica, la parte que no se rehabilitó para acoger las nuevas dependencias de la Tesorería de la Seguridad Social, sigue vacía y deteriorándose. El Concello ha tenido de hecho que vallar un tramo de la fachada después de que, a finales de abril, se desprendiesen varios cascotes. En pleno Rosalía, cerca del colegio Niño Jesús de Praga, hay una construcción iniciada hace años y aún sin concluir. En el entorno de García Barbón se proyecta otra de las grandes infraestructuras que el Concello de Vigo tiene sobre la mesa: Halo, un gran elevador de 45 metros de altura que salvará la autopista y enlazará la avenida con Vía Norte a través del complejo comercial Vialia, que está a punto de activarse al otro lado de la AP-9. Los planes del Gobierno local, que lo enmarca en su programa “Vigo Vertical”, pasan por que esté listo en aproximadamente dos años tras una inversión que rondará los 7,2 millones de euros.
