Nuevo plan del Concello para la tan ansiada regeneración de Samil, por la que esperan los vigueses desde hace años para poner en valor este enclave natural privilegiado de Vigo. La entidad municipal tiene sobre la mesa la primera fase de un proyecto que persigue recuperar el sistema dunar de la principal playa del municipio, la más grande y uno de los símbolos que componen el ADN de la urbe, con las Cíes al fondo. La actuación se centrará, inicialmente, en el tramo comprendido entre la concesión administrativa de la antigua cafetería Camaleón –que se derribará en breve–, al lado de la pista de patinaje, y Tombo do Gato. El presupuesto para llevar a cabo esta ambiciosa intervención: 4,5 millones de euros. El plazo de ejecución establecido por el alcalde olívico, Abel Caballero: 2 años.
El objetivo que tiene entre ceja y ceja la administración municipal es retranquear hacia tierra el paseo actual –entre 15 y 27 metros, dependiendo de la zona–, que será demolido, para recuperar 5.000 metros cuadrados de duna. ¿Y de dónde se sacará esa arena? Está toda debajo de la estructura peatonal que desaparecerá, por lo que, como confirman fuentes municipales, no será necesario trasladar a Samil “ni un metro cúbico de arena”. A su vez, la intención del gobierno local es construir un nuevo paseo, que quedará al nivel de la arena, ya que “la playa va subiendo a medida que se aleja del agua”, lo que permitirá potenciar la accesibilidad y poner punto final a las escaleras y el muro que, actualmente, presiden la zona. De este modo, se respetará la caída natural de las dunas, es decir, arena y paseo estarán a la misma cota. Este será una de las grandes novedades en el concepto renovado de este paraíso.

Caballero deja claro que, para la construcción del nuevo paseo, “no se va a cortar ningún árbol”, puesto que irá entre los troncos: convivirán. “El resultado será espectacular: podremos pasear entre los árboles y tocar la arena a la vez que vemos el mar. No habrá escalones ni desniveles para acceder a la playa, eso es una gran novedad”, explica el mandatario local, que fija para otoño la finalización del proyecto. “Trataré de que lo financie Europa y esté acabado en dos años, antes de que concluya el mandato. Ahora, vamos a encargar el proyecto y, a partir de ahí, habrá que licitar y realizar la obra, que es sencilla y se hace rápido”, explica.
El nuevo paseo se presentará de dos formas diferentes. Una primera parte se extenderá desde el terreno que ocupa ahora el edificio que albergaba el Camaleón hasta la mitad del tramo sobre el que se actuará y tendrá una ramificación para conectar con la acera de la avenida de Samil: en el punto de bifurcación, los ciudadanos podrán disfrutar de una zona de estancia. Si el actual paseo tiene entre 6 y 8 metros de ancho, este llegará a 12. Se ejecutará teniendo en cuenta la máxima del respeto medioambiental, por lo que su superficie será de baldosa natural de cuarcita capaz de absorber dióxido de carbono (CO2), similar a la que se usa en la renovada Gran Vía. Los ciudadanos caminarán acompañados de pinos a los lados –a los que hay, se sumarán otros– y se podrán topar con ejemplares en medio del bulevar.
Un ambicioso proyecto cuyo origen se remonta a 2010
Samil ya había sido objeto en 2010 de un ambicioso plan de regeneración firmado a dos bandas: Concello y Dirección General de Costas, siendo ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino la actual concejala de Seguridad, Elena Espinosa. El proyecto, tal y como estaba planteado, permitía recuperar buena parte del arenal vigués ganando 30 metros de playa mediante el retranqueo del actual paseo y la construcción de uno nuevo con menor impacto medioambiental, además de mejorar todo su entorno. Costas fijó su presupuesto en 15 millones de euros; más tarde, se elevó a 19.
La iniciativa, que no llegó a materializarse, afectaba al tramo comprendido entre el paseo y la avenida, desde la desembocadura del río Lagares hasta el pinar que separa Samil de la playa de Tombo do Gato. La idea era retranquear el paseo hacia tierra 27 metros desde la línea de marea alta, lo que permitirá casi duplicar la superficie de arenal: pasaría de 50.000 a 80.000 metros cuadrados.
Todas las instalaciones actuales –piscinas, concesiones de restaurantes y aparcamientos– desaparecerían y serían sustituidas por otras con una nueva distribución. Parques, canchas, pista de patinaje, negocios de hostelería y otros equipamientos se repartirían entre tres zonas de pinar y arbolado frente a la avenida para dar un aspecto más natural a la principal playa de Vigo. El paseo se ampliaría en su nueva ubicación: pasaría de ocho metros de ancho a doce. Las explanadas de aparcamiento desaparecerían y los coches tendrían que estacionar al otro lado de la avenida, en nuevas zonas desarrolladas con el Plan Xeral, o debajo de la carretera, donde el proyecto incluye la posibilidad de un parking. La remodelación se completaría con la recuperación de la desembocadura del río. Para ello, desaparecería el complejo polideportivo.
En varias ocasiones, se ha intentado retomar el proyecto, al menos, sobre el papel, siguiendo el modelo de éxito cosechado con las dunas de O Vao, ahora protegidas, que han registrado un crecimiento espectacular en los últimos años.
La segunda parte continúa desde la zona de estancia y avanza hasta el pasillo que comunica la avenida de Samil con la cala previa a Tombo do Gato. En este caso, será de madera tratada –para soportar el paso de personas y la acción del mar– o de un material “ecológico” que absorba CO2. Tendrá un ancho de 5 metros, no de 12. Ofrecerá una bifurcación de unión con Argazada algo más estrecha que la vía principal. Sustituirá al paseo que, ahora, es de tierra y discurre entre los pinos, que ganarán más protagonismo en esta nueva imagen que regalará Samil con la plantación de más ejemplares a lo largo de todo el recorrido y la sustitución de alóctonas por esta especie (como se puede observar en el gráfico que acompaña a esta información). Y es que, en esta nueva piel de la que presumirá Samil, los árboles serán un elemento clave: saludarán a los viandantes a lo largo del paseo y conquistarán zonas ahora ocupadas por césped y asfalto, de hecho, desaparecerá el aparcamiento que se abre entre el arbolado y enlaza la avenida de Samil con la zona peatonal. “Buscaremos una solución a la gente con discapacidad que utilizaba ese aparcamiento para acceder a la playa”, adelanta Caballero.
Al concluir este paseo de madera, los viandantes se encontrarán con el corredor que conecta la cala con la acera de la avenida, que será del mismo material que el primer tramo –baldosa natural de cuarcita capaz de absorber CO2–, aunque más estrecho. Para acceder o abandonar la cala y unirla con el pasillo antes citado, se contempla construir una pasarela de madera.
La primera fase del proyecto de la entidad de la Praza do Rei también incluye la humanización de la avenida de Samil en el tramo que coincide con la zona de actuación en el arenal. Según informan fuentes municipales, se renovará la acera existente –será “ecológica”– y se creará una segunda –también “ecológica”– al otro lado de la arteria de vehículos algo más estrecha que esta. Seguirán las plazas de aparcamiento y se añadirán dos pasos de peatones, por lo que habrá cinco entre la pista de patinaje y el inicio de Tombo do Gato. Además, se renovará el mobiliario urbano y se apostará por la tecnología led. “Me gustan mucho las farolas que hay en Samil, quiero conservarlas”, apostilla el alcalde, que asegura que los trabajos que se llevarán a cabo en el vial “seguirán el estándar de calidad de las mejores humanizaciones de Vigo”.
Preguntado por la continuación del plan de regeneración, Caballero destaca que se estudiará, puesto que su intención es que Samil “siga siendo una playa urbana”, con pistas de patinaje y baloncesto y piscinas “totalmente gratuitas”.
Proyectos de recuperación
Cuidar las playas de la ciudad, joyas medioambientales de Vigo que cosen una identidad propia para la urbe, la protegen y contribuyen a proyectarla lejos de sus fronteras, es uno de los objetivos principales de la entidad municipal. En su listado de actuaciones, recoge 9.295,88 euros para ejecutar los trabajos de ampliación y protección de la superficie dunar en cinco zonas: O Vao-Baluarte, Samil, A Fontaíña, A Calzoa y Cabo de Mar.
En total, se trata de 12 actuaciones que comprenden 4.119 metros cuadrados –algo más de la mitad de un terreno de juego como el de Balaídos– y con las que el Concello pretende resolver la necesidad de preservar y conservar la franja costera vinculada a zonas arenosas.
El equipo de Medio Ambiente realizará actuaciones blandas, de carácter reversible y temporal: delimitará espacios concretos para frenar la presión humana y la consiguiente degradación y, así, defender la franja costera olívica.
Un ejemplo de éxito es O Vao. En los setenta, sus dunas perdieron el 70% de su tamaño; ahora, después de más de una década de trabajo de protección, se consiguió su recuperación hasta alcanzar los 7 metros de altura por encima del nivel del mar.
El Camaleón se demolerá a finales de mes
El edificio de la antigua cafetería Camaleón se empezará a demoler a finales de este mes de junio, según avanza a FARO el alcalde, Abel Caballero, que prevé que los trabajos finalicen a principios de julio.
El terreno sobre el que ahora se levanta la estructura será conquistado por zona verde. Esta reconversión ya se realizó en el espacio en el que estaba ubicado antaño el restaurante As Dornas.