La candidatura auspiciada por la Xunta para incluir el parque nacional Illas Atlánticas entre las joyas consideradas Patrimonio de la Humanidad ha visto frenadas sus aspiraciones hasta 2025, como mínimo, tras el varapalo de la Unesco a la Ribeira Sacra. El Ministerio de Cultura presentará en 2022 el “mar de olivos” de Jaén y en 2023, los talayots de Menorca. Y al año siguiente, según el acuerdo alcanzado por la Xunta y el Ejecutivo central tras el informe demoledor del Incomos, España volverá a defender la propuesta del paisaje natural y cultural que aúna a las provincias de Lugo y Ourense.
El proyecto Illas Atlánticas del Gobierno gallego está incluido en la Lista Indicativa de la Unesco desde 2018. FARO intentó conocer ayer sin éxito cómo le afectará el aplazamiento del elaborado para la Ribeira Sacra, que se iba a defender en la convocatoria de 2021, pero lo cierto es que España solo presenta un aspirante cada año y el Comité del Patrimonio Mundial evalúa un máximo de 35. Además nuestro país es el tercero del mundo, después de China e Italia, con mayor representación en la lista de Patrimonio de la Humanidad, lo que resta sus opciones.
Mientras tanto, el alcalde vigués asegura que la candidatura de la Xunta “permanece en un cajón”, mientras la que impulsa el Concello, que solo incluye el archipiélago de Cíes, es vista “con buenos ojos” desde el Ministerio de Cultura. Así se manifestaba Abel Caballero en una reciente entrevista concedida a este periódico y en la que llegaba a anunciar que podría dar “alguna sorpresa”.
Lo cierto es que la carrera para convertir a Cíes en Patrimonio de la Humanidad mantiene enfrentadas a ambas administraciones desde haces años. Vigo lanzó su candidatura en 2013, y la Xunta presentó la suya en 2017 incluyendo todos los archipiélagos del Parque Nacional Illas Atlánticas.
Caballero ha pedido en varias ocasiones al presidente Núñez Feijóo, al ministerio y al Consejo de Patrimonio Histórico que retiren la propuesta. Pero el Gobierno autonómico defiende que las Cíes forman parte del conjunto del parque y que la postura del Concello vigués puede poner en riesgo la consecución del sello de la Unesco.
Por su parte, desde la candidatura viguesa se viene criticando la del Ejecutivo gallego por no contar con las “mínimas garantías”. También aducen el rechazo de los vecinos de Ons a que su isla tenga la consideración de Patrimonio Mundial, así como los residuos localizados en Sálvora.
La candidatura viguesa está respaldada por la treintena de científicos de las tres universidades gallegas, CSIC e IEO que integran el comité científico y el económico-social. Los coordinan, respectivamente, los catedráticos de la UVigo Emilio Fernández y Dolores Garza.
Hace unos días, el Auditorio Mar de Vigo acogió la presentación del libro “Illas Cíes: un ecosistema na fronteira”, una obra elaborada por el comité científico en la que se recoge todo el conocimiento acumulado hasta la actualidad sobre los valores naturales y paisajísticos del archipiélago. Y que pretende ser un impulso más en la carrera hacia la distinción de Patrimonio de la Humanidad.
Durante el acto, Caballero comprometió su apoyo económico para seguir ampliando las investigaciones en Cíes, que constituye un laboratorio natural excepcional para los estudios sobre el impacto cambio climático, y apuntó a la posibilidad de aspirar a fondos europeos.
El calor adelanta el verano en la playa de Rodas.
A menos de dos semanas para que comience la estación estival, con temperaturas por encima de los 25 grados y cielos pintados de azul celeste, la playa de Rodas sirvió de refugio natural a casi 600 bañistas a lo largo de la jornada de ayer. Se espera que hoy viajen a Cíes en torno a un millar de personas y mañana lo hagan otras tantas. Para poner rumbo a las islas, es necesario retirar antes, en la Central de Reservas de la Xunta, la autorización correspondiente, necesaria tanto para desembarcar como para adquirir el billete de barco.
