Gaviotas y palomas desquician a los hosteleros vigueses: “Arrasan con las terrazas”

Palomas comen los restos de comida en una mesa de una terraza del centro de Vigo. / Marta G. Brea
La hostelería ha sido uno de los sectores más castigados por la pandemia debido a los meses que ha tenido que estar cerrada y a las restricciones que todavía sufren, especialmente en términos de aforo. Pero a las pérdidas económicas causadas por la pandemia también tienen que sumar las que causan esos elementos extraños que cualquiera percibe cuando está tomando algo en una terraza: las palomas y las gaviotas. Y es que estas aves continúan provocando auténticos destrozos en los bares y cafeterías: cuando ven comida en la mesa, bajan disparadas y se llevan todo lo que encuentran por delante, rompiendo vasos, platos y toda la loza que pueda estar sobre la mesa.
Los locales de la zona centro de Vigo son los más afectados. Por ejemplo, el histórico bar Maracaibo. “Están al acecho, en cuanto los clientes se van, bajan directas a las mesas a por los pinchos, incluso se llevan algunos con los plásticos. No nos da tiempo ni a recoger la mesa cuando ya lo han destrozado todo”, explica Marga Eiras, una de las responsables del Maracaibo. “Las más peligrosas son las gaviotas. El otro día le llevaron un sándwich entero a una clienta que estaba tranquilamente sentada. Hay gente que ya no quiere sentarse en la terraza por culpa de gaviotas y palomas, porque son muy sucias”, añade.
Los locales han intentado diversos métodos para espantar a las gaviotas y palomas, pero de momento todos las han fracasado. El más habitual, la colocación de figuras de búhos en las terrazas para espantar a las molestas aves. Pese a que al principio funcionan, rápidamente se acostumbran a la presencia de estas figuras y acaban por perderles el miedo.
En el conocido Vitrubia Café, ubicado en plena Plaza de Compostela, han puesto unos toldos en la terraza para tratar de disuadir a estas especies. “Pero es que hay muchas. Y lo que hacen es ponerse encima de los toldos esperando a que los clientes se levanten de la mesa para bajar rápidamente. Y rompen muchas cosas. En un momento difícil como este para el sector, no ayuda que esto se siga produciendo”, explica Javier Ferreiro, propietario de este emblemático local del centro de la ciudad. Las palomas y gaviotas incluso abordan a los propios camareros cuando llevan comida en sus bandejas
Según los ornitólogos, los meses más complicados son mayo, junio y julio, porque es la época de cría y las gaviotas buscan alimento para ellas y sus polluelos. Por eso hay que actuar antes, en abril, retirando los nidos, y actuando sobre los huevos para que no nazcan nuevas aves. Estos especialistas recomiendan a los hosteleros que no dejen comida a la vista en las terrazas y que cierren las papeleras y los contenedores cuando contengan desperdicios de alimentos.
Plan de control municipal
Con la finalidad de evitar los daños que puedan ser causados por estas especies, el Concello ejecuta en el término municipal de Vigo un plan de control del incremento de las gaviotas mediante campañas de concienciación ciudadana, la retirada controlada de huevos de los nidos ubicados en las cubiertas de los edificios o aconsejando a las comunidades de propietarios que instalen barreras físicas necesarias para la creación de nuevos nidos, entre otras medidas.
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