Durante "al menos dos meses", la cocina del Hospital Álvaro Cunqueiro permanecerá cerrada por obras y la concesionaria ha decidido traer la comida desde Zaragoza. Así lo denuncia en un comunicado la Unión Comarcal de la CIG en Vigo, que entiende que esto "viene a confirmar las denuncias hechas en su día con respecto a los recortes en la calidad de construcción del centro".

Según ha podido saber el sindicato, "el suelo de la cocina precisa una reparación importante tras solo cinco años de funcionamiento". La concesionaria del hospital prevé aprovechar los meses de verano para sustituirlo.

Con la apertura del Álvaro Cunqueiro, el Sergas otorgó el servicio de cocina de todo el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) a la Sociedade Concesionaria Novo Hospital. Así es que de las cocinas de Beade salen los menús también para el Meixoeiro y el Nicolás Peña. Por sus ventajas a nivel organizativo y de planificación, la concesionaria introdujo un nuevo modelo en la cocina: la línea fría. Con él, la comida se cocina durante los días laborables, se almacena a entre 3 y 4 grados y se tempera luego antes de servirla. Este sistema permite ahora a la subcontrata de la cocina el envío en camiones desde Aragón, donde la subcontrata Arcasa tiene una de sus cocinas centrales.

"Es la sociedad concesionaria la que toma la decisión de cerrar la cocina mientras el Sergas calla y no asume su responsabilidad sobre lo que la medida puede ocasionar en la calidad del servicio que e presta a las personas hospitalizadas", indica la central y reprocha que Sanidade no informase. El delegado de CIG-Saúde Manuel González Moreira destaca que "a capacidade de variación do menú é a resposta ás necesidades de dieta do paciente disminúen moitísimo".

Fuentes oficiales del Sergas confirman la obra, pero aseguran que aún no está tomada una decisión, sino que se debatirá este martes en una reunión. Aseveran que se garantizará la calidad del servicio. La concesionaria se negó a responder y alega que el Sergas “lleva” su comunicación.

La CIG considera que esto “viene a confirmar las denuncias hechas en su día con respecto a los recortes en la calidad de construcción del centro” y denuncia la “irresponsabilidad” de la Xunta por dejar en manos de “fondos de inversión buitre” el cuidado de la salud de la población gallega.