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Un gallego en el equipo que traza el mapa de la materia oscura

El telescopio Víctor Manuel Blanco, en Chile, y la Vía Láctea. Dark Energy Survey/Fermilab

Más de 400 científicos de 7 países, incluida España, acaban de desvelar los mayores y más precisos mapas de la materia oscura. El cosmólogo Pablo Lemos Portela (A Guarda, 1991) es el único experto gallego que participa en este consorcio internacional que ha cartografiado cientos de millones de galaxias para profundizar en el conocimiento de la composición y evolución del universo.

Lemos se doctoró en Astrofísica en Cambridge en 2018 y empezó su colaboración en la iniciativa Dark Energy Survey (DES) mientras trabajaba como investigador postdoctoral en la University College London. Y desde el pasado enero continúa formando parte del proyecto desde la Universidad de Sussex, donde ha iniciado una nueva etapa de su carrera científica.

El proyecto acaba de publicar los resultados de los tres primeros años de observaciones (2013-16) realizadas por el telescopio Víctor Manuel Blanco en Cerro Tololo (Chile), y todavía quedan pendientes otros tres. España está representada por el Instituto de Física de Altas Energías, el Ciemat, el ICE-CSIC y el Instituto de Física Téorica.

Los mapas comprenden una octava parte de la esfera celeste y detectan tanto la materia ordinaria, que solo supone un 5%, como la materia y la energía oscuras hasta una distancia de 7.000 millones años luz.

Pablo Lemos, en una visita a A Guarda FDV

Durante su doctorado, Lemos participó en otra colaboración relacionada con el fondo cósmico de microondas (CMB), un remanente de la energía generada durante el Big Bang que, gracias a las observaciones del telescopio espacial Planck de la ESA, ha permitido obtener una foto de los orígenes del universo, hace 13.000 millones de años.

“A partir de esos datos tenemos un modelo teórico de cómo debería haberse comportado el universo hasta la actualidad. Y mi colaboración en DES consiste en comparar si lo que se ha visto ahora coincide con lo que ha determinado ese modelo. Tenemos una visión del universo de hace mucho tiempo gracias al CMB y otra reciente, pero para conocer lo que pasó en medio tenemos que utilizar ese modelo teórico. Y ahora podemos comprobar hasta qué punto es fiable”, explica Lemos sobre su participación.

Y todavía les queda mucho trabajo por delante: “El telescopio ya finalizó las observaciones en 2019 pero extraer información de los datos requiere de mucho tiempo”.

Al mismo tiempo, el cosmólogo guardés participará en otros proyectos similares con la siguiente generación de telescopios. “Dark Survey es el mayor experimento que se ha hecho hasta ahora y es un gran paso para entender la materia oscura. Pero los nuevos telescopios, con tecnología más avanzada y mayor potencia, nos permitirán observar mejor”, destaca.

Inteligencia artificial

Desde su nueva plaza en Sussex, Lemos también lleva a cabo proyectos individuales que tratan de descifrar el universo utilizando la inteligencia artificial (IA) y combinando diferentes fuentes. Junto a expertos en IA de la University College London, con la que sigue colaborando, entrenaron un algoritmo para determinar la fuerza de gravedad de los planetas del sistema solar a partir de los datos recogidos sobre sus órbitas durante años.

“Básicamente, es lo que hizo Newton en su día para establecer la ley de la gravedad. A partir de la observación de los planetas determinó la fuerza que los mueve y su ecuación. La inteligencia artificial es perfecta para analizar volúmenes de datos tan complejos como los que manejamos. Incluso con ella, pierdes información porque no puedes asimilar todo. Y te abre puertas para entender cosas que hasta ahora no podíamos. Todo el mundo está buscando fórmulas para aplicarla a lo que hace”, comenta.

“También he trabajado bastante en la combinación de datos de distintos observatorios y fuentes de información. Busco maneras de unir, por ejemplo, los datos del CMB con las observaciones de galaxias y las ondas gravitacionales”, apunta.

Lemos lleva en Reino Unido seis años y califica su experiencia de “fantástica”. “Estoy aprendiendo muchísimo y trabajando con gente buenísima. El proyecto DES me ha permitido colaborar con expertos muy importantes. En la primera reunión en la que participé, que fue en Texas, me encontré con los autores de los libros que leía durante la carrera. Te vas acostumbrado, pero en ese momento alucinaba”, admite entre risas.

Regreso a España

De cualquier forma, le gustaría volver a España, y mucho más a Galicia, para crear su propio grupo. “En Barcelona y Madrid hay equipos cada vez más fuertes y potentes, pero me encantaría poder regresar y contribuir a mejorar la ciencia y la astrofísica”, asegura.

Mientras no llega ese momento, le encantaría participar en actividades que promuevan la ciencia en Galicia: “Me gustaría hacer cosas que interesen a la gente joven y les animen a seguir por este camino. Cuando estás en el instituto parece todo muy lejano, pero es posible ser astrofísico. Este verano vendrán a nuestro grupo en la Universidad de Sussex alumnos de Secundaria, sería muy interesante promover cosas similares ahí”.

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