Un edificio bioclimático, con poco impacto ambiental y de mantenimiento poco costoso que permita su autogestión. Así es como los arquitectos Jesús Irisarri y Lupe Piñera plantean la estructura residencial en la que los integrantes de la cooperativa Ancoradoiro planifican vivir y envejecer de forma colaborativa.

Los arquitectos se dirigieron a los cerca de treinta socios de Ancoradoiro en un acto en la sede de la Diputación en el Casco Vello para explicar los estudios previos al anteproyecto realizado. Ahora la cooperativa busca un terreno donde poder construir el edificio.