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La regeneración del Casco Vello mete la sexta

Edificio en reformas en el entorno de Porta do Sol. | // MARTA G. BREA

Hace ya un buen puñado de años, cuando el casco histórico era un borrón en la fachada de Vigo, un barrio minado de ruinas y con graves problemas enquistados, como la prostitución o las drogas, montar un negocio en la zona era cosa de “valientes”. Así, descarnado y en prime time, se lo mostraron a España las cámaras de Callejeros en 2008. Y exactamente así lo recordaba en 2017 Itos Domínguez antes de recoger el premio de Vigués Distinguido en nombre de la asociación de hosteleros a la que entonces representaba.

Hoy abrir un negocio en el barrio exige sin embargo otras virtudes: paciencia y fondos. En 2013, mucho antes de que el COVID hubiese sacudido la economía, la misma asociación de Domínguez tenía una decena y media de hosteleros en cartera a la espera de un local para instalarse en la zona.

Una de las claves en esa regeneración acelerada del Casco Vello ha sido la apuesta de las administraciones para sacarlo a flote. A través del Consorcio del Casco Vello –participado en un 90% por la Xunta y un 10% por el Concello– se logró rehabilitar inmuebles y captar “sangre nueva” para el barrio. Con los años diferentes administraciones se han sumado a la causa y hoy la zona acoge un completo mapa de sedes institucionales: Camões, Registro de la Propiedad, Pinacoteca, Diputación, Illas Atlánticas... Callejero que se completará en breve con el nuevo albergue para peregrinos del Berbés, la oficina de la Universidad, las aulas de formación proyectadas por el Concello o la sede de DownVigo que prevé levantar Zona Franca.

Con la regeneración ya encauzada, la iniciativa privada ha pasado a jugar un papel igual de decisivo. A lo largo de los últimos tres años Urbanismo otorgó 76 licencias de reforma y ampliación para edificios del Casco Vello, actuaciones que –confirma el Concello– están en marcha, si bien en diferentes niveles del proceso.

Los técnicos municipales gestionan a día de hoy otra veintena de expedientes que están aún en fase de tramitación, sin el plácet definitiva. “La recuperación que lanzamos del Casco Vello va a gran velocidad”, destaca el alcalde, Abel Caballero, quien lamenta la falta de “cooperación” de la Xunta. El Concello se ha fijado además el reto de regenerar uno de los enclaves más concurridos y céntricos del barrio histórico: la plaza situada frente a la Colegiata. Para conseguirlo, ha lanzado ya un concurso de ideas.

Edificio de la calle San Vicente.

Edificio de la calle San Vicente. MARTA G. BREA

Entre los proyectos que han analizado los técnicos de Urbanismo figuran las obras proyectadas por el propio Concello en su edificio de Praza da Princesa o en el número 23 de rúa Alta –todavía en trámites–, donde plantea montar un Centro de Formación para Personas en Riesgo de Exclusión Social. En el listado también hay rehabilitaciones impulsadas por el Consorcio del Casco Vello, que actúa, por ejemplo, en Cruz Verde, San Francisco o Abeleira Menéndez.

El aumento de rehabilitaciones privadas en el Casco Vello que reflejan los datos de Urbanismo coincide con una doble tendencia en el mercado inmobiliario de Vigo, al menos el que antecedía a la pandemia: la elevada demanda de vivienda nueva, reprimida durante años por la anulación del PXOM de 2008, lo que incentivó a su vez las obras de reforma; y el “bum” de los apartamentos turísticos. En el entorno también toman forma proyectos de calado, como la peatonalización de Porta do Sol o la regeneración del Pazo de Marqués de Valladares y Barrio do Cura, que rondará las 400 viviendas. En las últimas semanas se ha puesto sobre la mesa el soterramiento de tráfico en Beiramar.

No son los únicos. La Xunta ha propuesto montar una sede del CGAC en el barrio histórico y tanto San Caetano como Praza do Rei han planteado opciones para activar locales ahora vacíos que se reparten por el Casco Vello.

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