La renovación del túnel de Beiramar y la transformación de la Praza da Miñoca están un poco más cerca. El alcalde, Abel Caballero, informó en la rueda de prensa diaria que la Junta de Gobierno Local ha aprobado el expediente de contratación de ambos trabajos, que suman una inversión de más de 3 millones de euros -1,5 y 1,6 respectivamente-.

Túnel de Beiramar

El proyecto trazado para el paso subterráneo de Beiramar, la principal vía de desahogo del tráfico del casco urbano, contempla la renovación de la iluminación de emergencia –pasará a ser íntegramente LED, logrando mayor eficiencia– y la mejora de la evacuación –contará con salidas de emergencia con señalización (como la que se ve en la imagen de la derecha); también será modificada la sobrepresión de las mismas–. Además, se prevé reforzar la gestión en caso de accidentes en el interior del túnel con limitaciones de acceso, barreras exteriores, paneles variables fuera del pasillo subterráneo para facilitar información y megafonía dentro del espacio para que pueda generarse interacción con los usuarios, detalle que, desde la administración con sede en Praza do Rei, consideran de gran importancia.

A estas mejoras, que permitirán aumentar la visibilidad y la seguridad de los conductores, se sumará una remodelación de la estructura envolvente –las paredes y los techos–: con esta actuación, la institución municipal persigue una renovación estética total para transformar el túnel en una infraestructura adaptada a la segunda mitad del siglo XXI, como señala Abel Caballero. “Pasará de ser un espacio oscuro a una instalación irreconocible. Se ejecutará todo en una sola fase”, citan fuentes del Concello.

Praza da Miñoca

Un río artificial, un estanque, un parque infantil accesible con toboganes, rocódromos y un gran arenero para juegos de arqueología, un carril bici perimetral, una grada multifuncional, un escenario, cedros, hayas, una zona de parkour… Son algunos de los elementos de los que presumirá la Praza da Miñoca, en el populoso barrio de Coia: se beneficiará de un lavado de cara integral en el que tanto la naturaleza como la salud adoptarán los papeles protagonistas. La obra, todavía sin licitar, comenzará en el primer semestre del año que viene, según avanzan fuentes municipales.